Perder el tren. Se apela a esta expresión cuando se dejan pasar las oportunidades valiosas que la vida, a veces, nos presenta. Por motivos obvios, se impuso a fines del siglo XIX luego de la aparición del ferrocarril, medio de transporte fundamental para cubrir largas distancias por suelo firme antes de la irrupción del automóvil. Perder el tren era cosa grave, pues el próximo tardaría demasiado en pasar por ese mismo lugar para tener una nueva oportunidad de viajar.
Algo de eso podría ocurrir de ser desechada –como todo hace indicar- la propuesta de la empresa vasca Euskotren de invertir US$ 1.200 millones en la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE) para operar esa casi desaparecida empresa pública durante 30 años. La reactivación del tren había sido definida como una prioridad por el presidente José Mujica ya que resulta un medio de transporte fundamental para sacar la creciente producción agroindustrial, incluida la de madera y pasta de celulosa, sobre todo teniendo en cuenta el fuerte déficit de infraestructura que tiene el país
A fin del 2011 la administración Mujica ya había dado un paso clave al habilitar a AFE a operar bajo las reglas del derecho privado. Por decreto creó la Corporación Ferroviaria, una sociedad anónima (51% de AFE y 49% de la Corporación Nacional para el Desarrollo para operar el negocio de la carga.Solo faltaban interesados en poner la plata
AFE fue creada por ley en setiembre de 1952 como ente autónomo de derecho público. Se constituyó con los Patrimonios de los Ferrocarriles y Tranvías del Estado, los que se adquirieron por compra a las Compañías Británicas de Ferrocarriles y del Puente del Cuareim.
Con una veintena de locomotoras en funcionamiento y cerca de un millar de vagones en circulación AFE transporta casi 90 mil toneladas de carga por año y el tráfico de pasajeros es insignificante (unos 12 mil) según datos a octubre pasado.
Da pérdidas de más de US$ 10 millones por año que son cubiertas por subsidios del fisco y tiene tasas de descarrilamientos que son 100 veces los estándares de ferrocarriles eficientes
Tiene 1034 empleados con sueldos de entre $ 6779 y $ 49. 100. La mayoría (805) son obreros, 86 revistan como “incentivados”, 56 son técnicos ferroviarios, 38 semitécnicos, 33 administrativos, 20 profesionales (entre ellos 10 gerentes) y 4 cargos de confianza del directorio que tiene 3 miembros, según cifras del ente que obtuvo El Observador
Un informe del Banco Mundial del 2011 concluyó que AFE tiene exceso de personal sea que sus dotaciones se midan en relación con la red ferroviaria, con el volumen de transporte o con cualquier otro parámetro objetivo. La productividad es muy baja, la menor de todos los ferrocarriles comparables. En ese informe se sostiene que los sindicatos tienen una influencia excesiva en las decisiones tanto en el plano estratégico como en la administración. El gasto de personal es aproximadamente 70% del total en infraestructura revelando una desproporción entre personal y materiales
“Vender (AFE) no, ahora, si se quiere estar prendido de la teta y tener las prerrogativas que tiene el funcionario público pa que no lo toquen cuando hay que hacer marchar una cosa… ¡Ah! Eso lo vamos a discutir”, dijo el presidente José Mujica días atrás en radio Montecarlo.
Y agregó: “Yo creo que el que sirve tiene que funcionar y el que no sirve páguesele el despido y que vaya ‘pa’ afuera pero no que la propiedad sea de Juan Pérez o de Mengacho. No, no, no. Una cosa es la responsabilidad que tiene el derecho privado para trabajar y otra cosa es la propiedad de los bienes. La propiedad de los bienes tiene que ser pública pero el compromiso tiene que ser privado, que es distinto, y eso no es privatizar. ¡Y que no me vengan a enredar la yegua!” expresó con firmeza el mandatario
Previsible la respuesta de los dueños del país. Los trabajadores de AFE somos empleados públicos y "no estamos dispuestos" a dejar de serlo para ir al derecho privado declaró al Espectador Carlos Aramendi, presidente de la Unión Ferroviaria.
Otra vez un grupo de empleados públicos cartelizados que fungen como compañeros desde la tribuna pero son capaces de hacerle perder el tren del avance a un país entero con tal de no arriesgar su pellejo.
Sin embargo, la propuesta de Euskotren cayó bien en el secretariado ejecutivo del Pit-Cnt y el lunes pasado los dirigentes resolvieron que apoyarán una asociación entre AFE y los capitales estatales europeos según publicó El País. Sería una señal inédita de madurez del sindicalismo uruguayo entre tanta gárgara de falso compañerismo.
Pero si se da lo anticipado por el gremio de los ferroviarios será otro gran triunfo de los empleados del Estado que nada arriesgan y dejarán al país en la vía una vez más
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