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Mundo > “Contratistas civiles”

Estados Unidos utiliza un número creciente de mercenarios en sus operaciones militares

El uso de contratistas por parte del Pentágono se ha convertido en una forma de ocultar o disimular el involucramiento de Estados Unidos en conflictos armados fuera de su territorio
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05 de abril de 2023 a las 05:03

Los ataques con drones contra objetivos militares estadounidenses el 23 de marzo en el este de Siria que mataron a un contratista estadounidense e hirieron a otro (así como a cinco miembros del ejército) son una muestra del alcance real de la presencia de Washington en Siria. El uso de contratistas por parte del Pentágono se ha convertido en una forma de ocultar o disimular el involucramiento de Estados Unidos en conflictos armados fuera de su territorio.

Es posible que ahora se dé una situación similar en el marco del apoyo de Estados Unidos a Ucrania en su guerra contra Rusia. El ex miembro del personal del Consejo de Seguridad Nacional, Alexander Vindman, famoso por su papel en el primer proceso de juicio político contra Donald Trump, está presionando abiertamente para que Washington envíe contratistas militares para ayudar en los esfuerzos de Kiev para reparar los sistemas de armas dañados.

El Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS) ya sugirió un movimiento similar en mayo de 2022 para enviar "contratistas de campo de batalla" estadounidenses. No es difícil imaginar que cualquier escalada en el conflicto podría significar que se pase de un apoyo logístico a un combate directo en el frente.

Cada vez es más evidente que los datos oficiales sobre el personal militar estadounidense desplegado en las llamadas zonas de guerra en el extranjero pueden estar subestimando el número real. Del mismo modo, las bajas militares en servicio activo representan solo una parte de las muertes estadounidenses sufridas en las diversas intervenciones de Washington en el extranjero en los últimos 20 años.

El mecanismo principal de ese “ocultamiento estadístico” es el uso cada vez mayor por parte del Pentágono de “contratistas civiles”, como el que murió en un ataque con aviones no tripulados contra militares estadounidenses en una base de la coalición en el este de Siria la semana pasada. Según el Servicio de Investigación del Congreso (CRS) en enero, a fines de 2022 había aproximadamente 22.000 contratistas trabajando para el Departamento de Defensa en toda el área de responsabilidad del Comando Central, con 7908 contratistas informados ubicados en Irak y Siria.

Si bien es cierto que los civiles involucrados son personal de apoyo que proporciona alimentos, transporte y otros servicios a las fuerzas armadas, en muchos casos los contratistas están sustituyendo a la seguridad armada y pueden sufrir bajas a un ritmo similar al de las tropas que son oficialmente miembros de las fuerzas armadas.

En 2017, el general del ejército de John Nicholson, entonces comandante de la Misión de Apoyo de la OTAN y de las Fuerzas de los Estados Unidos en Afganistán, le dijo al Comité de Servicios Armados del Senado (que el Pentágono tenía que “sustituir a los soldados por contratistas para cumplir con los niveles de dotación de la fuerza”. En octubre de 2018, había más de 25.000 contratistas en Afganistán. De ellos, 4.172 eran contratistas de seguridad privada, con 2.397 categorizados como contratistas de seguridad armada.

El pico del uso de contratistas, fue durante la Guerra Global contra el Terrorismo, cuando la Comisión de Contrataciones en Tiempos de Guerra en Irak y Afganistán dijo en su informe final en 2011 que había una "dependencia excesiva poco saludable" en los contratistas militares por parte del Departamento de Defensa (DoD) , Departamento de Estado (DE) y la Agencia de Desarrollo Internacional (USAID).

Es difícil precisar el número exacto de contratistas armados en los últimos años. En un informe de febrero de 2021, de los 27.338 contratistas en Afganistán a fines de 2020, se informó que había 1.413 contratistas de seguridad armados y 96 contratistas de seguridad privados desarmados entre Irak y Siria.

Pero según el CRS en 2023, “la cantidad de empleados de contratistas de seguridad que trabajan para el DoD en Irak y Siria ha fluctuado significativamente con el tiempo, dependiendo de varios factores. A partir del cuarto trimestre del año fiscal 2022, el DoD informó de 941 empleados de contratistas de seguridad en Irak y Siria, ninguno de los cuales fue identificado como contratistas de seguridad armados”.

Sin embargo, en abril de 2022, el DoD publicó cifras que decían que, de los 6.670 contratistas militares en ese momento en Irak y Siria, 596 fueron designados para capacitación y seguridad.

Aunque supuestamente no participan en combate directo, muchos de los contratistas del Pentágono cumplen el rol que cumplían los hessianos, los mercenarios alemanes que las principales potencias europeas emplearon durante el siglo XVIII.

El surgimiento de la empresa Blackwater como una fuente clave de contratistas durante las guerras en Afganistán e Irak destacó un nuevo componente importante en la estrategia del Pentágono. Blackwater fue fundada a finales de diciembre de 1996 por el ex oficial de los Navy Seals Erik Prince, y posteriormente la empresa ha sufrido varios cambios de nombre, el más reciente, Constellis.

Los cálculos del Instituto Watson de la Universidad de Brown indican que 4.898 soldados estadounidenses habían perecido en Irak hasta el 1 de septiembre de 2021. El número de muertes entre los contratistas le siguió de cerca con 3.650 muertes. El número de muertes de contratistas "civiles" estadounidenses fue aún más evidente en Afganistán en el momento en que las fuerzas estadounidenses finalmente se retiraron de ese país en agosto de 2021. Washington reconoció que 2.448 miembros del personal del servicio militar estadounidense murieron durante la intervención de dos décadas, en comparación con a 3.846 contratistas, cifra que el Instituto Watson coloca en 3.917.

A fines de 2021, un analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) señaló que más contratistas (casi 8.000) habían muerto en los diversos conflictos posteriores al 11 de septiembre que el personal de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Tal resultado sería imposible si los contratistas no estuvieran fuertemente involucrados en algún nivel en las operaciones de combate.

La estrategia del Pentágono en Siria también parece basarse en utilizar contratistas tanto como sea posible. Oficialmente, Estados Unidos tiene solo unos 500 efectivos en Siria, aunque informes recientes sitúan el número en más de 900. Pero un comentario del general James B. Jarrard en 2017 sugirió que la cantidad real de personal militar estadounidense en Siria siempre ha estado más cerca de los 4.000. Jarrard aparentemente incluyó al cuadro de contratistas de Washington en ese total, a pesar de que tal admisión era inconsistente con la línea oficial del Pentágono en ese momento.

Los líderes estadounidenses están asumiendo en Ucrania riesgos aún más peligrosos que los corridos durante su presencia en Afganistán, ya que la presencia de mercenarios estadounidenses en Ucrania podría conducir a un enfrentamiento directo con Rusia, con consecuencias imprevisibles.

(Transparency.org; Responsible Statecraft; Civiliansinconflict.org)

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