Estudian limitar zonas para que funcionen boliches en la capital

El crecimiento exponencial en los últimos años de la oferta de boliches y pubs en algunos barrios de la capital como Buceo o Parque Rodó viene generando molestias en los vecinos que residen en esas zonas. Los ruidos molestos por la música alta o por la acumulación de personas en la calle hasta altas horas de la noche han sido entonces por varios años consecutivos las mayores razones de queja ante la Defensoría del Vecino, y tanto los municipios B (Centro, Cordón) y CH (Pocitos, Punta Carretas, entre otros) como la intendencia buscan soluciones para mejorar la convivencia.

Tras una lucha interminable de denuncias, controles, multas y la vuelta del ruido, una de las propuestas que maneja una comisión dedicada a ese tema y que involucra a diferentes actores sociales es la de distinguir determinadas zonas como saturadas de este tipo de actividades, lo que influye a la hora de habilitar o no la instalación de nuevos emprendimientos en ese lugar.

El alcalde del municipio B, Carlos Varela, en donde se registran problemas de convivencia en ese sentido en los barrios Palermo y Parque Rodó, explicó a El Observador que hay algunas partes puntuales de esos barrios en los cuales el aumento de esas actividades "genera una distorsión, porque en la misma cuadra o en un par de manzanas se concentran muchos boliches". A lo que suma, además, la problemática del ruido social por la llegada de los clientes, los decks en las veredas y los problemas de higiene del día después.

Hay determinados lugares donde los vecinos "no aguantan más establecimientos", agregó el alcalde del municipio CH, Andrés Abt, "pero hay que tener las herramientas legales" ya que con la normativa actual si la empresa cumple con los requerimientos y la viabilidad de uso, se debe habilitar. De otro modo, se limitaría la libertad comercial. Lo que hay que buscar entonces, dijo Abt, es "cómo hacer para que no haya más lugares en determinados metros cuadrados".

El alcalde del municipio CH explicó por otra parte que ya se ha legislado de forma similar para otro tipo de emprendimientos. Por ejemplo, dijo Abt, en el Plan de Ordenamiento Territorial se plantean zonas de exclusión o saturadas para determinados rubros, lo que podría implementarse también para los boliches y pubs.

La comisión sobre ruidos molestos estudia entonces qué tipo de normativa se podría realizar en ese sentido.

Varela dijo a El Observador que "innovar en política es también innovar en derecho". Una de las cosas que se podría restringir es qué tipo de permisos, para qué establecimientos o para qué cantidad de público, ya que, por ejemplo, se podría mantener la actividad en la zona con restaurantes que no generan contaminación sonora, dijo el alcalde del municipio B.

Esas limitaciones en zonas podrían ser entonces por la "negativa o la generación de incentivos para promover otros emprendimientos", señaló el alcalde.

Sin embargo, Varela explicó que se debe tener precaución en no generar "vacíos urbanos". "Para la dinámica del barrio (los boliches) generan un atractivo particular pero generar público distorsiona la vida del barrio, más con la característica habitacionales que tienen", dijo el alcalde. Pero "los vacíos urbanos son tanto o más perjudiciales", ya que cuando un barrio queda muy vacío terminan surgiendo problemas de situación de calle e inseguridad, insistió.

La intendencia ya comenzó a trabajar en la implementación de un polo multifuncional juvenil, lugar que apuesta a la transformación de Montevideo en una ciudad donde poder disfrutar las 24 horas y que aleje los ruidos molestos de la noche de las zonas residenciales. Se trata de una de las propuestas de campaña de Daniel Martínez, que intentará focalizar en la zona de Punta Brava –donde está el faro de Punta Carretas– los boliches y pubs para que los jóvenes puedan disfrutar de la noche.