A siete meses del incendio que quemó 400 hectáreas en el campo donde crían vacunos y ovinos y hacen agricultura, los estudiantes de la UTU La Carolina, la escuela agraria más grande del país, se presentarán nuevamente en una Expo Prado para competir en las pistas con animales de las razas Hereford y Aberdeen Angus, e intentar llevarse a Flores algunas de las cocardas más relevantes, con el sueño incluso del premio al Gran Campeón.
Valentina López tiene 22 años, es de Soriano y es una de las cabañeras que viajará a Montevideo para presentar, en su caso, animales que competirán en la categoría de terneros: dos (un macho y una hembra) en la jura de la raza Hereford y otro macho en la pista del Angus, explicó la estudiante a El Observador.
Ninguno de los animales tiene nombre, pero Valentina y sus compañeros los conocen muy bien, porque nacieron en la escuela y esos terneros fueron criados con su ayuda.
Este es el segundo año de estudio de Valentina, una joven que conoce la ganadería y el trabajo de campo desde su casa. Por primera vez vivirá por 10 días en la Rural del Prado, junto a los vacunos.
Los animales viajarán en un camión para ingresar el jueves 7 de setiembre al predio de la exposición ganadera de la Asociación Rural del Uruguay (ARU); los estudiantes, que llegarán a la par, estarán todos los días junto a ellos.
Las jornadas en el Prado comenzarán para Valentina y sus compañeros a las 4 de la madrugada, momento de cambiar camas de los animales, y en el resto del día continuarán con paseos, alimentación y preparación de los vacunos.
En la escuela agraria Valentina se postuló como pasante y becaria para trabajar en la cabaña, esto significa que trabaja en la cría de los animales con una remuneración, y con un trabajo extra al de sus compañeros no pasantes, los que están en la escuela durante la semana pero los fines de semana no deben quedarse a trabajar.
Los pasantes no solo realizan tareas durante los fines de semana, también se encargan de los animales los días feriados y en vacaciones.
Según contó, disfruta mucho de la escuela agraria, institución que eligió porque tiene educación en ganadería de ovinos, vacunos, agricultura y lechería, y ella quería para su futuro estudiar algo que le gustara en los cuatro rubros. "Me vine a la agraria a estudiar porque era algo que me podía servir", comentó, y destacó que en el caso del trabajo de la cabaña, preparar a los animales para exposiciones como la de la ARU "motiva muchísimo".
La preparación de los terneros comenzó hace tiempo, no solo con la alimentación, el baño y el aspirado del pelaje, sino también con el entrenamiento, contó.
Los animales se entrenan para saber cómo lucirse en la pista, cómo caminar para mostrar sus mejores atributos y también cómo reaccionar en un ámbito que no es el de todos los días, con muchas personas y ruidos extraños.
Para eso, por ejemplo, los estudiantes rodean a los animales y aplauden cerca de ellos, para que se acostumbren al sonido y cuando eso mismo suceda en las pistas no se asusten.
Catherin Springer irá junto a Valentina y a otros compañeros a la Rural del Prado, en su caso para presentar novillos Hereford llamados Ceferino y Carolino, de entre 480 y 500 kilos (uno de ellos nació en la UTU y el otro fue donado por la cabaña La Ceferina), en un evento de selección de novillos de la raza, bajo el formato de competencia interescolar de diversos centros agrarios de UTU, detalló el director de la UTU, Gustavo González.
La joven cabañera es una de las tres alumnas que llevó a cabo un proyecto llamado "Novillo a bozal" en la UTU La Carolina. Tiene 19 años, es de Maldonado y conoce la ganadería desde hace tiempo, porque su familia desarrolla esa producción cerca de Pueblo Edén.
Sus jornadas con los novillos en la escuela agraria comienzan a las siete de la mañana con la primera alimentación, que en la tarde entre las 16.30 y las 17 se repite.
En el marco del proyecto alimentaban a los vacunos con el 1% de su peso vivo y medían cuánto alimento desechaban y cuánto aumentaban de peso, también los acostumbraban al uso del bozal y a cómo caminar en las pistas.
Según recordó, un exalumno de la UTU que ahora es cabañero fue a ayudarlos a practicar cómo caminar, cómo agarrar a los animales y cómo presentarlos. "El cabañero siempre tiene que estar pendiente del animal que lleva, tratar de que esté tranquilo y con la cabeza levantada y buena presencia", explicó.
La raza Hereford le gusta mucho por su mansedumbre, contó, porque los animales son dóciles y no se ponen nerviosos. Según comentó, tiene planes de desarrollarse en la ganadería y le gustaría algún día tener su propia cabaña.
Desde 1963 el Centro de Estudios y Docencia La Carolina, hoy Escuela Agraria Superior, trabaja en la mejora de ganados Angus y Hereford con los estudiantes.
Hace muchos años que la institución presenta animales en la Expo Prado, y este año, pese a que sufrió una crisis por el incendio de parte de sus 1.700 hectáreas y la pérdida de 5.000 metros de alambrado, la participación no se detuvo, destacó el director.
"Este evento se da en el marco de ir superando un evento críticamente adverso de producción, como fue el hecho de haber perdido más de un cuarto del área de pastoreo en febrero pasado. El hecho de participar en la Expo Prado, tanto para los estudiantes como para el personal de la escuela, constituye un valor añadido a la formación, debido al involucramiento que genera esta experiencia año a año para quienes participan del proceso de preparación y presentación de los animales, siendo no solo una experiencia enriquecedora, sino también motivo de orgullo para alumnos y docentes", reflexionó.
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