El Índice de Inversión en Maquinaria Agrícola (Idima) –que elabora la firma Carle & Andrioli con base en las importaciones de tractores, cosechadoras y sembradoras– en 2020 tuvo un incremento de 12% respecto del año anterior.
A pesar de este desempeño, los niveles de inversión se situaron en 35% del máximo histórico y levemente por debajo de la mitad de hace una década.
El aumento de la inversión agrícola sucede, se explicó, en un contexto caracterizado por las siguientes realidades:
En la campaña 2020 la superficie de la agricultura tuvo un leve descenso de 1% y se ubicó en dos tercios del máximo histórico registrado en la zafra 2014.
El rendimiento de los cultivos del año no posibilitó un aumento en la productividad agrícola del último quinquenio, de acuerdo con el índice de Productividad Ponderada Agrícola (IPPA), que también elabora Carle & Andrioli.
En el último año, con mejores perspectivas de precios de mercado de sus productos, los productores agrícolas han podido recuperar algo la inversión, pero aún por debajo de los niveles de reposición.
El comportamiento de las importaciones de tractores, cosechadoras y sembradoras determinó que el indicador de inversión en maquinaria agrícola registrara un aumento de 12% en 2020, como se adelantó.
Los autores del estudio citaron que en 2013 se habían logrado valores máximos de inversión agrícola, mientras que en los años 2015 y 2016 hubo una significativa caída de los niveles de inversión.
La trayectoria a la baja del indicador se interrumpió transitoriamente en 2017, para caer en 2018 y volver a subir en 2019 y 2020.
A pesar del aumento de inversión de 2020, el índice se ubica en 35% del valor máximo de 2013 y en algo menos de la mitad de hace una década (45%).
Analizando los valores de inversión por categoría de equipos, en 2020 crecieron todos los componentes del índice: el mayor incremento correspondió a cosechadoras (26%), mientras que tractores crecieron 7% y sembradoras 2%.
Por su parte, los principales orígenes de la inversión registrada en el año para sembradoras y tractores fue Brasil, mientras que las cosechadoras principalmente provinieron de Estados Unidos.
Otro indicador relevante para la actividad agrícola es el valor de inversión anual de máquinas y equipos por hectárea cultivada. En el período 2009-2013 se alcanzaron valores máximos en el indicador, ubicándose en la mitad de esos niveles en las campañas siguientes.
En 2020 la inversión por hectárea creció a U$S 57, superior al año anterior. De todos modos no permitió alcanzar niveles de reposición de inversiones, ya que se ubica en el 70% de los valores estimados por hectárea de depreciaciones de las máquinas.
Entre las consideraciones que se exponen en el extenso análisis mencionado, se indica que el índice de inversión en máquinas y equipos industriales, elaborado por la Cámara de Industrias del Uruguay, descendió 8% en enero-setiembre, mientras que la inversión en camiones aumentó 2% en los primeros 11 meses, de acuerdo con información de ventas de la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay.
A continuación, el informe completo elaborado por Carle & Andrioli, remitido a El Observador:
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