Franceses y alemanes jugarán hoy a partir de la hora 16 por un lugar en la final de la Eurocopa, que ya tiene a Portugal esperando por la definición.
Alemania, actual campeón del mundo, es el gran retador para una
Francia que vio como sus partidos lograban resolverse sobre la hora.
Solo ante
Islandia el equipo local logró florearse y ganar con comodidad pero está claro que la propuesta de la Mannschaft invita a otro partido y a asumir otros riesgos si se quiere terminar festejando.
Alemania no podrá tener a tres piezas claves en su andamiaje colectivo, ya que Mats Hummels, Sami Khedira y Mario Gomez serán bajas, lo que supone un desafío especial para Joachim Löw a la hora de buscar relevos.
Benedikt Höwedes será el zaguero, Bastian Schweinsteiger está en duda pero saltará al campo para tomar el lugar de Khedira al tiempo que Emre Can y Julian Weigl podrán tomar el lugar de Gomez.
Francia por su parte quiere seguir con la tradición de levantar el trofeo en casa, como ya hizo en la Eurocopa 1984 con la generación de Michel Platini y en el Mundial 1998 con la de Zinedine Zidane como bastión.
En esta Eurocopa, Alemania fue de menos a más. Tras una primera fase sin brillo pero con buenos resultados, el equipo fue sólido en octavos ante Eslovaquia (3-0) y derribó a Italia en la tanda de penales (6-5 tras empate 1-1) en cuartos.
Francia, por su parte, no ha tenido que enfrentarse hasta ahora a equipos fuertes. Superó la primera fase ganando a Rumanía (2-1) y Albania (2-0), además de empatando ante Suiza (0-0), y en octavos sufrió para remontar ante Irlanda (2-1), antes de unos cuartos cómodos ante la revelación Islandia (5-2), que dio enormes facilidades defensivas.