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Lacalle Pou retorna de Brasil “satisfecho” porque cumbre terminó con una declaración “aceptable”
“No perdamos el tiempo, que la vida se termina y aunque algunos crean que no, los gobiernos también”, dijo el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, en el cierre de su discurso ante otros once mandatarios de la región que habían sido convocados especialmente por Luiz Inácio Lula Da Silva.
Tenía sentado a su derecha, a pocos metros, al destinatario de esas palabras: el venezolano Nicolás Maduro, a quien viene criticando incluso desde antes de asumir como jefe de Estado.
El retiro convocado por el brasileño mutó hacia una cumbre que, tras varias zozobras, terminó con una declaración final “aceptable” que hizo que el gobierno retornara “satisfecho”, según dijeron a El Observador fuentes políticas y diplomáticas.
Sucede que, contrario a lo que se preveía y estipulaba, Brasil impulsó en la última semana que la reunión terminara con una declaración de consenso, y el día previo Lula se reunió con Maduro y habló de “narrativa construida” a propósito de la situación en Venezuela, dos acciones que llevaron al Poder Ejecutivo a extremar la atención para identificar si detrás había una acción coordinada con fines no declarados o simplemente una coincidencia temporal en algunos asuntos.
A su vez, en la delegación uruguaya generó una “enorme disconformidad” que una vez que comenzó la reunión, Brasil –por fuera de lo acordado– resolviera únicamente transmitir el discurso de Lula, lo que obligó a Lacalle Pou a grabarse en modo selfie para hacer un live de Instagram.
Siguiendo las instrucciones de “total y absoluto rechazo” del presidente a relanzar la Unasur, la delegación uruguaya en Brasilia “resistió” a presiones “de forma y fondo” –según narró un participante– para incluir una mención al organismo en la declaración, que finalmente (en su punto 6) habló de que los presidentes “reconocieron la importancia de mantener el diálogo regular, con miras a impulsar el proceso de integración en América del Sur y proyectar la voz de la región en el mundo”.
Uruguay también promovió modificaciones sobre el tercer punto, que dejó de hablar de “proyectar la voz de la región en el mundo multipolar" y terminó señalando que los mandatarios coincidieron “en que el mundo se enfrenta a múltiples retos, en un escenario de crisis climática, amenazas a la paz y a la seguridad internacional, presiones sobre las cadenas de alimentos y energía, riesgos de nuevas pandemias, aumento de desigualdades sociales y amenazas a la estabilidad institucional y democrática”.
La mención a este tipo de sistema “multipolar”, según el cual existen múltiples centros de poder (militar, político y económico) a nivel internacional, coincide directamente con la retórica que el presidente ruso Vladimir Putin ha utilizado en el concierto internacional y, en menor medida, China para menoscabar el rol y la influencia de Estados Unidos.
El gobierno uruguayo, en alianza con otros países, también impulsó una modificación para que el grupo de contacto que se creará esté encabezado por los cancilleres y no por representantes de los presidentes y quitó la mención temporal de establecer una “hoja de ruta” en un plazo no mayor a 120 días. Este número coincidía con la fecha en que se realizarán las elecciones en Argentina, donde presumiblemente habrá un cambio de signo político en el gobierno de ese país.
¡Basta de instituciones!
Tal como lo viene realizando en cada foro al que asiste, Lacalle Pou hizo un discurso breve en el abogó por las “consecuencias reales positivas” de estas reuniones que “a todos nos sacan tiempo”.
El mandatario pidió parar la “tendencia a la creación de organizaciones” y enfocarse en las acciones, tras mencionar la existencia del Mercosur "con el que Uruguay no tiene satisfacción ni en la agenda interna ni en la externa"; la Aladi “que está desperdiciada”, y la Celac que al no tener "poder decisión no es vinculante".
“¡Basta de instituciones!”, reclamó y rechazó que se intentara relanzar la Unasur. “Terminamos siendo clubes ideológicos que tienen vida o continuidad en tanto y cuanto matcheemos las ideologías”, agregó.
Tras el comentario, Lacalle Pou aprovechó para manifestar su “sorpresa” con la declaración previa de Lula sobre Venezuela. “Estoy sorprendido de que cuando se habló de lo que sucede en Venezuela como una narrativa. Ya saben lo que pensamos respecto al gobierno de Venezuela, pero si tantos grupos en el mundo tratan de mediar para que la democracia sea plena, se respeten los derechos humanos y no haya presos políticos, lo peor que podemos hacer es tapar el sol con un dedo. Pongámosle el nombre que tiene y ayudemos”, dijo.
Un rato más tarde, en una línea similar se pronunciaría el chileno Gabriel Boric, con claras diferencias ideológicas respecto a Lacalle Pou.
De acuerdo con Lacalle Pou, la inclusión de un punto en la declaración final que hablaba de democracia, derechos humanos y protección de las instituciones, lo habilitaba a hablar al respecto.
Lula insistió tras el encuentro que Maduro es “parte del continente” –como justificación para su invitación– y que durante el encuentro hubo “mucho respeto”. “Incluso quienes lo criticaron fue dentro del límite de la democracia”, aseguró.
“Cuando alguien quiere destruir un adversario, la primera cosa que hace es construir una narrativa negativa”, dijo en rueda de prensa antes de realizar un repaso de acciones en contra de Venezuela que, según manifestó , sufre un “bloqueo deshumanizante”. “Construyeron una narrativa contra (el expresidente Hugo) Chávez, tuve la posibilidad de ver eso, una narrativa en la que se determina que es un demonio", sentenció.
