Heber, el fusible que se le quemó a Lacalle Pou y la mira puesta en Torre Ejecutiva

Sorprendieron los 22 delitos ―incluso una violación― imputados a Gustavo Penadés, pero la suerte judicial del ahora exsenador estaba echada después que la fiscal Alicia Ghione envió el pedido de desafuero al Parlamento. Ahí detalló la conducta del político en los últimos 20 años basada en las coincidencias de los relatos de ocho víctimas, en escuchas telefónicas en las que quedó claro que el profesor de historia Sebastián Mauvezín coordinaba las citas de los adolescentes con Penadés y otras pruebas aportadas por esas víctimas, una de ellas de 14 años.

Sin embargo, Penadés, que en todo momento se declaró inocente y negó todo, intentó instalar que Jonathan Mastropierro y Romina Celeste Papasso, dos de los denunciantes, habían armado una "trama" en su contra. La investigación penal detectó que eso fue ideado por Penadés para exculparse y develó algo gravísimo: el uso del aparato estatal, ya que la estrategia fue armada con la ayuda de policías que hurgaron en archivos estatales, se contactaron con víctimas y las amedrentaron, ni más ni menos que corrupción. Eso fue lo que más sorprendió este martes cuando se conoció que la fiscalía había detenido al director del Comcar.

Y ante un caso de corrupción que salpica al gobierno, entran en juego no solo las conductas delictivas que la fiscalía logre probar, sino las responsabilidades políticas, porque la ciudadanía en general y los votantes en particular están en su derecho de exigir acciones, más allá de esperar que los delitos aberrantes cometidos sobre 11 víctimas por Penadés se castiguen y se llegue hasta el final. De eso va esta entrega de la Newsletter EnClave.

• caso Penadés
• Ministerio del Interior
• Carlos Taroco
• Luis Alberto Heber
• Luis Lacalle Pou
• Newsletter Uruguay
• Member