Javier Milei, el presidente, está ultimando detalles para su primera gira internacional, programada para comenzar el 6 de febrero en Israel y culminar el 12 con una audiencia con el Papa en el Vaticano, después de reunirse con su homóloga italiana Giorgia Meloni en Roma.
El mandatario tiene la intención de partir desde Buenos Aires el 5 de febrero en un vuelo de línea y, al día siguiente, iniciar su recorrido por Medio Oriente, visitando Jerusalén y Tel Aviv. Su objetivo es demostrar su respaldo político al país frente a los ataques del grupo Hamás.
Desde antes de su asunción y durante la campaña electoral, Milei expresó públicamente su deseo de visitar Israel, destacando la connotación espiritual de la visita. Tras recibir la invitación del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el presidente llevará a cabo sus planes.
Dado el contexto complejo del país, marcado por conflictos bélicos en curso, la administración está evaluando diversas alternativas para el traslado, considerando la posibilidad de utilizar un avión militar debido a las complicaciones para volar en espacio abierto en Israel.
El siguiente destino de la gira será Roma. Después de pasar 5 días en Medio Oriente, el presidente viajará a la capital italiana para reunirse con su homóloga, la ultraderechista Giorgia Meloni, en el Palacio Chigi, la sede del Ejecutivo italiano.
Antes de la reunión, Meloni elogió al presidente, calificándolo como "una personalidad fascinante".
El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó en una conferencia de prensa que el presidente también asistirá el 11 de febrero a la misa de canonización de la beata María Antonia Paz de Figueroa, conocida como "Mama Antula". La ceremonia se llevará a cabo en la basílica de San Pedro por la mañana y es de gran importancia, ya que "Mama Antula" se convertirá en la primera santa argentina.
Milei persiste en la idea de viajar con una delegación reducida, destacando la presencia de la canciller, Diana Mondino, quien, al concluir el cronograma de actividades, partirá a Munich para cumplir con su agenda.
Para el 12 de febrero, el presidente espera tener una audiencia privada con el Papa Francisco, lo que le brindaría la oportunidad de superar las tensiones con la Iglesia Católica después de sus críticas durante la campaña electoral contra Jorge Bergoglio.
Aunque no hay confirmación oficial, el Gobierno sostiene que el encuentro está confirmado y que el 12, el Sumo Pontífice lo recibirá en privado, luego del intercambio protocolar en la ceremonia de canonización.
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