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La decisión que tomó Canal 10 para afrontar el complicado momento económico de la empresa
Suele pasar: cuando un medio uruguayo tiene problemas económicos, los rumores se disparan. Que está a la venta, que la deuda es millonaria, que la interna está caliente, que los contenidos quedan comprometidos. En los últimos meses, los rumores han apuntado con más fuerza a Canal 10. De hecho, en abril de este año, la empresa emitió un comunicado en el que se desmentían una serie de trascendidos que apuntaban a que la multinacional Paramount estaría detrás de una eventual adquisición de la señal uruguaya.
"Canal 10 no está en venta. (...) Saeta rechaza la actitud de generar y replicar falsedades en cualquier medio", expresaba el medio en un comunicado difundido en redes sociales.
En los últimos días, sin embargo, las versiones sobre problemas económicos que afectaban la continuidad de algunos de los contenidos del canal y su propio futuro volvieron a circular, y lo que originó esas versiones también motivó, entre otras cosas, una asamblea de urgencia del sindicato del canal que se celebró el pasado viernes 23 de junio.
Según pudo saber El Observador basado en fuentes del sindicato, la reunión se pautó tras el anuncio de parte de la administración del canal de que se tomarían medidas para afrontar una situación económica complicada, impulsada por una baja en la facturación por venta de publicidad.
En un principio, la empresa planteó problemas para pagar los medios aguinaldos de los empleados, así como también la decisión de enviar a seguro de paro a determinados trabajadores vinculados a la producción de programas como Masterchef o La Voz. La argumentación, que luego los trabajadores pusieron en común en una reunión se debió a que la facturación de marzo a mayo no fue la esperada, como sí había sido la de enero y febrero.
La propuesta de la empresa ese viernes era pagar el aguinaldo en tres partes: una en junio, una en julio y otra en agosto. Eso recibió la negativa de los trabajadores, que elevaron la contrapropuesta de hacerlo en dos pagos. Que el primero se reciba ahora, en junio, y la otra mitad fuera pagada el mes que viene.
Tras la asamblea, la empresa se comprometió a pagar los aguinaldos en dos plazos fechados de antemano, así como también limitar los seguro de paro a un promedio de quince empleados rotativos entre julio y setiembre.
Desde el sindicato del canal se aseguró que los que irán al seguro serán trabajadores vinculados a los ciclos mencionados anteriormente, que pasarán a filmarse en los meses de setiembre y octubre —Masterchef ya tiene el casting hecho y de La Voz queda rodar algunos vivos de las últimas etapas— y con los que se marcará el fin de estas medidas. Los seguros de paro rotativos incluirán a trabajadores de producción y de administración, pero no al equipo de prensa.
Al mismo tiempo, desde la asamblea se aseguró a El Observador que ninguno de los programas del canal queda comprometido con la decisión, o se suspende, como había circulado en relación la continuidad de Masterchef, el certamen de cocina que se ha consolidado como uno de los buques insignia de la apuesta por los formatos de entretenimiento de la señal.
Actualmente, la deuda total de Saeta en base a los números disponibles en la plataforma del Banco Central del Uruguay es de casi US$14 millones (US$13,734,977.95), y los acreedores principales son el Banco República y Scotiabank, en los que posee una calificación 2B —deudores con capacidad de pago con problemas potenciales—.
Según pudo saber El Observador, es la primera vez en muchos años que la empresa muestra problemas para pagar los aguinaldos. Durante la pandemia se presentaron dificultades que se correspondían con la coyuntura. Por fuera de eso, quienes trabajan en el canal desde hace más de una década no recuerdan otra crisis similar.
El Observador intentó comunicarse con diferentes directivos de la empresa, pero no hubo comentarios al respecto.
