La discusión con el FMI suma tensión y aún no hay acuerdo

Mientras los funcionarios del equipo económico arman y desarman sus valijas para abordar un avión que los lleve a Washington, la disputa vía zoom se centra en el recorte del gasto. Algo que por ahora es resistido por el equipo de Sergio Massa

"La pulseada continúa", fueron las palabras que se escucharon en los pasillos del quinto piso del ministerio de Economía. En ese marco, detallaron que el viaje de la comitiva oficial a Estados Unidos para plasmar en papel los detalles del acuerdo técnico estaba condicionado a la resolución de los puntos de desacuerdo.

Centralmente, el debate se ha trasladado en las últimas horas al ámbito fiscal. Según se rumorea en los pasillos del Palacio de Hacienda, el FMI solicita un recorte mayor al acordado pronto para este año. Esto es algo que Massa y su equipo resisten, ya que buscan mantener la meta de déficit primario anual en el 1,9% del PBI. La diferencia a resolver sería de 0,4 puntos. Todo esto ocurrió en el marco de un 2023 en el que la recaudación se verá afectada por la sequía.

El Gobierno tiene la intención de cerrar la negociación lo más pronto posible para que el acuerdo sea aprobado por el directorio del FMI antes de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Hasta anoche, el viaje del viceministro Gabriel Rubinstein, el jefe de asesores Leonardo Madcur y los directores del Banco Central Lisandro Cleri y Jorge Carrera estaba en suspenso. La idea era partir apenas se resolviera la discusión.

En este contexto, que también incluye negociaciones a nivel geopolítico, Massa se reunió ayer con representantes de la principal cámara empresarial de Japón (segundo socio de mayor peso en el directorio del FMI) con el objetivo de acelerar las inversiones, según se informó oficialmente.