Rafael Ferber, director de Exposiciones de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), tras la finalización de la cuarta Expo Prado en la que ejerció esa responsabilidad dialogó con El Observador y se emocionó al reflexionar sobre un objetivo personal e institucional que siente se ha cumplido: “Presentar una exposición de base agropecuaria, pero interesante para todos los visitantes”.
“Cuando asumimos esta función, teníamos claro que queríamos que la Expo Prado fuese una exposición esencialmente agropecuaria, desde el día uno lo procuramos, lo empezamos a trasmitir, a gestionar y no fue fácil, había que generar confianza en el objetivo, en una línea de la exposición que a veces quedaba tapada”, dijo.
“Hoy podemos decir que la del Prado es una exposición agropecuaria, útil para la gente del sector y atractiva para la gente que no es de la agropecuaria”, afirmó.
Ferber sostuvo que siente como “un gran logro” que la gente acompañe a una exposición (este año se logró la mayor concurrencia en mucho tiempo) “donde lo agropecuario se percibe de un modo agradable en el ruedo, en los galpones, en los espacios de conferencias, en sus calles”.
Ahora, en adelante, “hay que mantener la línea, quedó demostrado que si la exposición se hace bien no aburre, siempre tiene atractivos, incluso para quien viene varios días”.
¿Qué evaluación inicial han realizado en la organización sobre la Expo Prado?
De las exposiciones normales, luego de las dos que hubo con restricciones sanitarias en 2020 y 2021, fue la mejor Expo Prado en muchos años, tengo la sensación de que va a quedar por un tiempo en el recuerdo de todos como una excelente exposición, para la cual todos los elementos corrieron a favor. La antesala fue ideal por el momento productivo agropecuario, también corrió a favor haber salido de la pandemia y hubo un clima espectacular en los 10 días de la muestra.
¿Qué le han dicho los expositores?
Que hubo un nivel de negocios en todos los rubros increíble. En el sector de los expositores de maquinaria agrícola hubo mucha conformidad, también la hubo en los expositores de otros rubros, en empresas de distintos tamaños, en los artesanos, también los servicios gastronómicos que siempre estuvieron llenos pero sin llegar a colapsar. Todo el mundo pudo trabajar bien y eso nos dejó muy contentos porque reconocemos el esfuerzo que significa participar. Y también sentimos que muchas presencias de instituciones y organismos que no tienen como objetivo vender quedaron satisfechas por cómo les fue.
¿Y en la muestra ganadera?
Lo que pasa es que uno descuenta que eso está siempre muy bien, incluso en años complicados la muestra de la cabaña nacional es excelente, a veces claro el clima ayuda y todo luce más, como pasó ahora. Lo que mostraron las distintas razas fue, como dijo Pablo Zerbino, el jurado en la pista del Angus, algo que no sorprende, pero impacta, por cantidad y calidad. A nivel internacional la muestra de genética del Prado es de lo mejor.
Está claro que tenemos un Poder Ejecutivo muy cercano a la agropecuaria, está claro que la actitud es de acompañar, escuchar y colaborar. Tenemos líneas ideológicas comunes y pensamientos a largo plazo con miradas muy parecidas. Pueden aparecer algunos chisporroteos, es entendible, hay matices, pero hay un diálogo excelente y nos sentimos muy acompañados, como pasó y lo quiero remarcar especialmente durante las Expo Prado de la pandemia.
Fue un discurso muy bueno, un discurso que cumplió con el objetivo de dejar en claro el aporte del sector agropecuario. También cumplió con reconocer lo que está bien y con señalar lo que nos parece que hay que mejorar, pero trasladando los argumentos y aportes para soluciones, con ideas, en algunos casos para el gobierno nacional y en otros para los departamentales, para que en algunos aspectos se comience a caminar del modo correcto.
¿Hay una estimación del público que concurrió en los 10 días?
Tenemos un balance muy positivo sobre eso, con algunas lecturas muy interesantes, por ejemplo que el 45% del público nos visitó entre semana. Eso es un cambio cultural y creemos que estructural para la muestra, nos permite tener público todos los días, atenderlos bien, que no colapsen los servicios sanitarios o gastronómicos y que los concesionarios no tengan lo que se llamaba días muertos. Los 10 días se trabajó de buena manera y eso es muy rescatable. En cuanto al público, podemos decir que el pico mayor fue el sábado 17 con 38.000 personas al mismo tiempo dentro del predio, con 35.000 personas durante el domingo 11. Creo que les brindamos una exposición de calidad.
El próximo objetivo es Expo Melilla, en abril de 2023.
Sí, pero tenemos varios días por delante para culminar con la tarea de desarmar la exposición, para dejar el predio condiciones y empezar luego a pensar en la organización de la Expo Melilla y ya incluso en la Expo Prado de 2023, porque ya nos ha llegado el interés de muchos expositores de renovar cuanto antes su presencia en la Expo Prado. Eso es un claro síntoma de conformidad con lo que fue la exposición.
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