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La salida de protocolo de Lacalle Pou y la cuota de género de Laura Raffo: el detrás de escena del nuevo laboratorio de Microsoft
Sobre las 12.30 de este miércoles arribó el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, al Club del emprendedor, uno de los sitios dentro del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU). El primer mandatario se hizo presente en el evento inaugural del tercer laboratorio de inteligencia artificial de Microsoft fuera de los Estados Unidos.
Luego de que los ejecutivos de la gigantesca tecnológica pasaran al frente a dar su discurso y elogiaran la actual administración, el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini dio su discurso, en el que, repitió —como si ya se tratara de un mantra— su deseo de que Uruguay se convierta en un “hub de innovación regional”.
Por su parte, Lacalle Pou decidió no hacer declaraciones a los presentes ni a la prensa, pero sí se alistó para cortar la cinta inaugural del laboratorio.
Pocos metros separan al club del emprendedor, donde se pronunciaron los discursos, de la entrada principal de Los Robles, edificio en el que se ubica Microsoft y el centro de estudios de Harvard.
Autoridades del gobierno, ejecutivos de la compañía, empresarios y demás invitados —entre los que se ubicó la precandidata nacionalista Laura Raffo— seguían al presidente que cortaría la cinta inaugural en unos minutos.
Sin embargo, Lacalle se desvió del camino planificado y varias personas de su entorno le explicaron que el protocolo indicaba otra cosa. “Tenemos una reunión de último momento”, dijo al ingresar a otras oficinas inesperadamente. En el lugar se sacó algunas selfies con los funcionarios.
Más tarde, salió de esas instalaciones y se dirigió —ahora sí— al nuevo laboratorio de Microsoft, donde pidió una tijera para cortar la cinta inaugural. Luego, entró a conocer las instalaciones mientras hablaba con las autoridades de la organización y atendió a los pedidos de quienes se acercaban en busca de selfies.
En un momento, paró a un trabajador del lugar que estaba con su termo y mate, y riendo le dijo: “Eso no puede faltar en ninguna oficina uruguaya”. Su receptor respondió con otra sonrisa.
Entre los presentes, Raffo —que hizo parte de su carrera en Microsoft— encontró a un ex compañero de clases, se presentó con varias personas que concurrieron a la inauguración y se “coló” a una foto en la que figuraban Lacalle Pou, el gerente general de la Región Andino Sur de Microsoft, Jaime Galviz y otros funcionarios. “Me sumo, así ponemos a una mujer”, afirmó Raffo mientrs se ubicaba dentro del plano de la foto.
Lacalle también conversó con el líder global de los Microsoft AI Co-Innovation Labs, Jun Yamasaki. “No sé cómo llamarlo”, expresó a los presentes entre risas al pronunciar el nombre de pila del joven ejecutivo japonés. La charla en inglés se concentró en las intenciones de colaboración entre Microsoft y Uruguay. La tecnológica espera generar un centro en el LATU que reúna a la academia, empresarios y organizaciones para dinamizar el ecosistema local.
Según confirmó el ingeniero y presidente del parque tecnológico, Ruperto Long, el estado contribuyó durante este año con US$ 250 mil para que el laboratorio se instale y comience su operativa en el LATU. Esto brinda “la posibilidad de ofrecer tecnología de última generación a la vuelta de la esquina”, aseveró a propósito del laboratorio que promete democratizar la tecnología de primer nivel de forma gratuita para las empresas uruguayas.
En apariencia el laboratorio es simple y despojado, pues la mayoría de sus procesos no demandan infraestructura física ya que hoy todo está en la nube y el expertise de los técnicos en la implementación de las nuevas herramientas de inteligencia artificial e innovación.
