Nicolás Tabárez
Periodista de cultura y espectáculosEspectáculos y Cultura > POR STREAMING
La Vela Puerca estrena su nuevo hogar con un show con sorpresas y canciones inéditas
La Vela Puerca se calza el traje de anfitrión y abre por primera vez la puerta de su nueva casa, el estudio Mi Semilla. Inaugurado este año, pudo verse durante el Pilsen Rock, pero este sábado 17 la banda lo presenta como el escenario de su primer evento formal en ese espacio, un show llamado Donde estés, que se transmitirá en vivo para todo el mundo.
En el show, además de algunos de los clásicos del grupo, habrá también sorpresas y rarezas, incluyendo canciones inéditas. Son temas que la banda compuso a lo largo de su carrera, algunos incluso hace veinte años, y que por distintas razones no llegaron a entrar en los discos. Esas composiciones fueron revisitadas y exploradas para ver como sonaban hoy en día y poder llevarlas al vivo.
También habrá espacio para invitados y segmentos de entrevistas, en los que la banda interactúa con colegas como Juan Casanova, de la banda Traidores, y la cantautora Florencia Núñez.
Nicolás Lieutier, bajista y miembro fundador de La Vela, cuenta que la decisión de hacer un show vía streaming nace de la necesidad de trabajar para la banda, un dilema que afecta a músicos de prácticamente todo el mundo. Aunque en Uruguay los shows musicales regresaron en julio, para un grupo de la escala de La Vela se hace difícil volver a los escenarios. De ahí la necesidad de buscar alternativas, lo que sumado al estreno de la sala, llevó al surgimiento de esta propuesta, enmarcada en la previa del aniversario 25 del grupo, cuyo festejo tendrá que esperar a 2021.
Sobre el show, los planes de aniversario y el impacto de la pandemia en la banda, Lieutier habló con El Observador.
¿Se prepara diferente un show por streaming que un vivo? ¿Requiere más o menos ensayo?
Requirió bastante más que para un vivo (risas). También, como estábamos con tiempo para esto -de repente en una gira los días son más cortos para prepararla- pudimos hacerlo, pero sobre todo como la gente va a estar en sus casas, con los parlantes, la energía es otra. En un vivo si le erras a algo o te comés una nota, lo suplís, lo compensas con la euforia del momento y la cercanía con el público. En cambio acá hay una distancia, la gente está en casa y todo se escucha más nítido. Entonces tratamos de ajustar más que nunca a la banda, también porque la situación nueva te pone en un estado más de alerta y de preparar las cosas con otro cuidado. O sea que sí, nos llevó más trabajo que un show en vivo.
Para ustedes es también el momento de presentar su nueva sala de ensayo y estudio, Mi semilla, ¿cómo viven eso?
En el Pilsen tocamos ahí pero tratamos de no decir nada, y ahora sí, estamos dándole una impronta a esto como si estuviéramos invitando a la gente a nuestra casa. A nuestra casa nueva además. Este es el primer año de uso del lugar y tenemos mucha ilusión. Cuando uno invita a la gente a casa quiere que pase bien, se sienta a gusto, y ser un buen anfitrión. Eso lo estamos viviendo todos en carne propia, y re contentos además porque el resultado de la casa y de la obra de la sala fue bueno, tenemos un espacio propio y nadie nos echa. Este año le fuimos agarrando incluso una nueva idiosincrasia al ensayo, diferente a la que ya teníamos, porque los horarios son otros, el arranque y el final se hacen más laxos. Te podes quedar, y quedar, y quedar (risas). Así que le estamos agarrando el gusto y esto es el estreno de todo eso.
Tocar por streaming aunque en Uruguay ya se puedan hacer shows supongo que también tiene que ver con que para ustedes es más difícil volver a los escenarios que para otras bandas, por un tema de escala, gastos y convocatoria, ¿no?
Creo que también a las bandas que ahora están tocando para poca gente les debe resultar muy difícil el tema de los costos, porque al haber pocas entradas a la venta, aunque se reduzca la escala también el problema es similar. Podríamos tocar en lugares chicos, pero no dan los números, por la cantidad de entradas que podés poner a la venta. Además a nosotros nos agrega como dificultad que la gente se para y se pone a bailar, y se junta, y sería medio difícil de controlar. Lo estuvimos pensando, el Teatro de Verano está habilitado y te dejan vender unas 1000 entradas. Y nosotros antiguamente teníamos que vender 3000 para empatar los costos, o sea que está medio imposible. Ponele que pudiéramos bajar los costos, pero tenés que tener a la gente sentada, porque es lo que dice el protocolo (que es rarísimo, como si el virus te pasara por arriba), y si la gente no lo cumple, después salen las fotos denunciando. Y no queremos provocar ese escándalo.
Los shows musicales en streaming se han hecho desde que empezó la pandemia. La Vela participó en dos festivales, pero hasta ahora no había hecho un show propio. ¿Fue por una cuestión de esperar a que pasara el primer fervor por el formato y evitar pegarse al resto?
Más que para ver a otras bandas a ver qué hacían, la cuestión de frenar y aguantar fue más bien para ver qué mierda pasaba con el mundo, no salir de entrada a aplaudir a los balcones porque eso es lo que estaba haciendo Europa, y acá estábamos viviendo otra realidad. A la semana mucha gente estaba con la cabeza de Europa, sacándole fotos al vecino que se iba para afuera. Más que garra charrúa, demostramos ser bastante cagones y malos con el vecino, con esa careta de la solidaridad, que creo que al principio fue más bien egoísmo. Ante esa situación lo mejor era callarse y mirar. Analizar antes que salir a hacer lo que fuera, dicho esto con todo el respeto a las bandas que pensaron que ese era el momento de hacer cosas. Cada uno piensa y hace lo que tiene ganas, a nosotros nos pareció coherente esperar a ver como se desarrollaba todo esto. Y ahora sí, en vista de la situación y de también la necesidad de trabajar, y la necesidad económica, estamos pensando en esta vuelta para poder hacerlo. Por otro lado, sentimos que la herramienta del streaming está buena. Este es, como quien dice, nuestro primer toque para todo el mundo, eso lo comentamos en estos días, está rarísimo pero también está bueno, están los mexicanos, los paraguayos, los españoles, todos en el mismo evento. Eso está bueno y creo que llegó para quedarse, ojalá podamos seguir usándolo, incluso para transmitir recitales en vivo, con público, pero que se transmitan para la gente de otras partes del mundo en directo.
¿Cómo fueron estos meses para la banda? ¿Fue el momento de trabajar en el próximo disco?
Tratamos de usar el tiempo. Yo soy inquieto y si paso mucho tiempo sin hacer nada me parece que estoy perdiendo el tiempo, que se me va la vida en nada, y me pongo nervioso. Entonces después del primer mes de aislamiento nos empezamos a juntar, empecé a visitar al Enano (Sebastián Teysera, vocalista) para empezar a avanzar en temas nuevos, a trabajar en un futuro disco, que todavía no tiene fecha, pero por lo menos calentar los motores. Y salieron, pudimos avanzar bastante en ideas nuevas, y en el concepto también del disco, eso es importante, darle una vuelta de tuerca, una idea original, que creo que lo conseguimos. Después ya nos pusimos con los eventos, como el Pilsen Rock y el Montevideo Rock, y después empezamos con esto, y todo eso ya nos sacó del disco, así que aquello quedó por ahora en un cajón, esperando que lo retomemos, pero la idea siempre fue aprovechar el tiempo, y no quedarnos separados durante meses sin hacer nada.
¿Ya manejan alguna noción de cuando volver a los escenarios?
No. Sí tenemos fechas reservadas, pero si no cambian los protocolos y todo esto, no podemos. No quiero caerle a la gente que toma las medidas, porque todo es muy nuevo, nos sorprendió, y se va mejorando de a poco.
El 24 de diciembre la banda cumple 25 años. ¿Hay algún plan de festejo?
Tenemos la ilusión y la confianza de que vamos a poder festejar los 25 años, de repente no ese día, que solamente haremos algo en la intimidad, pero sí tenemos el año que viene para usar el concepto y ese festejo. Este año va a ser difícil hacer algo masivo, así que el año que viene vamos a hacer algo al respecto.
