Las lluvias de las últimas horas fueron muy positivas para los cultivos. En la región de Mercedes llovió de forma bastante generalizada, entre 20 y 60 milímetros, dependiendo de la zona. "Esta lluvia vino bien, porque a los cultivos que se sembraron últimamente se les asegura una emergencia más uniforme; y a los que se sembraron más temprano, que ya estaban con otro desarrollo, también les vino bien", comentó a El Observador el presidente de la Mesa Tecnológica de Oleaginosos, Roberto Verdera.
El ingeniero agrónomo señaló que esta es una época de mucha evapotranspiración, porque las temperaturas son muy altas y por eso esta lluvia vino muy bien, no solo a la soja sino también al maíz de primera, que está en un momento bastante crítico, y para las pasturas.
Las cosechas de los cultivos de invierno ya concluyeron, y por lo tanto estas lluvias no complicaron las tareas. Recordó que en un momento la siembra se paró por la falta de humedad en el suelo, y luego siguió avanzando. Ya la semana pasada llovió en algún lado y permitió terminar ese proceso.
Según Verdera, ya se sembró casi toda la soja que estaba prevista. "Si pudiera pediría que llueva un poco todas las semanas, pero en general los programas de siembra de soja se calculan para evitar que la floración de las plantas ocurra en enero. Si llueve a fines de enero, o antes, sería muy bueno", dijo.
Comentó que los veranos de estos años se caracterizan por temperaturas muy altas, al mediodía y en la tarde, y que los cultivos sienten mucho estrés. "Con esas temperaturas si llueve más seguido mejor, pero sabemos que esto no siempre ocurre. La variabilidad es una constante y se trata de armar los programas para que los períodos en que los cultivos necesitan lluvias, como la floración y el llenado de granos, caigan después de enero, el mes cuando el promedio histórico es de menores lluvias", remarcó.
No se detectan problemas de sanidad y tampoco ocurrió este año el ataque de palomas en el período de emergencia de las plantas, algo que sí paso en otros años, sobre todo en las chacras que se sembraron temprano.
Los precios se ubicaron entre US$ 350 y US$ 370 por tonelada, luego el precio dependerá de cómo transcurran los cultivos y cosechas en el Mercosur.
Verdera recordó que las rentas ya se habían ajustado con precios a la baja el año pasado, y dijo que este año se dieron muy pocos ajustes. "Si bien el año pasado el agricultor pudo ajustar los costos para realizar un mejor negocio, el resultado fue negativo por la baja producción y de mala calidad. El tiempo tiene que acompañar", concluyó.
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