Tras una guerra de dos semanas y millones en
danza,
Netflix acaba de asegurarse el estreno de la nueva película de Will Smith, según informa el sitio Deadline.
La película, un filme policial de "elementos fantásticos" llamada Bright, costó US$ 45 millones; precisamente la mitad de lo que el gigante de la televisión por streaming pagará, lo cual marca un hito en la carrera del servicio.
La inversión, asegura el sitio Business Insider, supera largamente los US$ 60 millones que Netflix pagó previamente por War machine, la película protagonizada por Brad Pitt con la que dio un paso adelante fuerte en esta iniciativa de quedarse con películas que aún no han sido estrenada.
Entre otros, Netflix derrotó a gigantes como Warner y Metro Goldwyn Meyer (MGM), ambos proveedores que hubieran dado a la película una enorme plataforma de estreno y difusión.
El compromiso de Netflix con sus estrenos ante el público raya en el compromiso tácito de que la película sea estrenada el mismo día en que llega por primera vez a los cines. Esto tampoco le cae bien a las grandes compañías de salas de
cine, que por momentos se han quejado y por momentos han bloqueado estos estrenos en simultáneo.
Por otro lado, Netflix basa su modelo de negocios en las suscripciones, y es mediante este tipo de estrenos que puede acercar más usuarios a su servicio.