Desde hace una semana, la región de la Patagonia argentina experimenta una significativa ola de calor con registros térmicos excepcionales en algunas localidades. Este fenómeno ha llevado al Servicio Meteorológico Nacional (SMN) a emitir alertas de nivel amarillo y naranja en días previos, medidas que aún perduran en algunas provincias.
Ciudades como Bariloche, El Bolsón, Neuquén, Esquel, General Roca y Villa La Angostura, entre otras ubicadas más al sur, se ven afectadas por esta extenuante e inusual ola de calor, que ya perdura varios días. Bariloche, en particular, alcanzó el lunes pasado un récord mensual de temperatura máxima, marcando 36.4 °C a las 9:30 de la mañana. Estos datos, respaldados por fuentes oficiales, señalan que fue el día de enero más cálido desde 1961.
En la provincia de Río Negro, se pronostica que las temperaturas superarán los 37 grados Celsius durante los próximos ocho días, especialmente en la zona del Alto Valle. Para jueves y viernes, se anticipan valores cercanos a los 40 grados Celsius.
De acuerdo a fuentes del Servicio Meteorológico Nacional consultadas por sitio Infobae, las elevadas temperaturas en la Patagonia, especialmente en el norte, se atribuyen a la presencia de un centro de alta presión sobre la franja central del país.
"Este sistema inhibe la formación de nubosidad y, gracias a la circulación que induce, fuerza el desplazamiento de aire cálido desde la región central hasta la Patagonia, elevando así las temperaturas en provincias como Neuquén, Río Negro y Chubut, principalmente", explicó el meteorólogo del SMN, Matías Reinoso.
"Debido a que se espera que el centro de alta presión mantenga su posición en los próximos días, anticipamos temperaturas elevadas a lo largo de toda la semana, tanto en las máximas como en las mínimas", añadió el experto.
Esta perspectiva fue respaldada por Belén Martorelli, licenciada en Meteorología, quien destacó que las olas de calor en la zona patagónica se deben a temperaturas extremadamente elevadas generadas por la circulación de un sistema de alta presión o anticiclón que provoca vientos cálidos del norte. Además, estos sistemas anticiclónicos generan estabilidad atmosférica, evitando la formación de lluvias y favoreciendo un aumento continuado de las temperaturas durante varios días.
Al abordar la excepcional lectura del termómetro en Bariloche, Reinoso afirmó que los 36.4 °C registrados ayer constituyen la temperatura más elevada desde 1961. "Este récord no es un hecho aislado, sino que se enmarca en la situación meteorológica actual, como se mencionó anteriormente. No debería sorprendernos que se rompa otro récord en la Patagonia durante la semana", enfatizó, descartando cualquier relación de esta ola de calor con el fenómeno de El Niño.
"No hay ninguna conexión. De hecho, durante el verano, El Niño tiende a moderar las temperaturas en diferentes áreas de la franja central y norte de la Patagonia, gracias al aumento en la cantidad e intensidad de las precipitaciones que favorece", concluyó Reinoso. Esta tendencia dista considerablemente de lo que estamos experimentando en la actualidad.
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