Este lunes mientras circulaba frente al Cementerio del Norte, por la Avenida Burgues, pude apreciar como un montón de niños integraban una platea para observar un espectáculo triste, la pelea de dos gallos de riña, que eran manejados por unos chicos más grandes.
Esto se daba en el cantero central, además rodeados de caballos, ovejas y cabras, filme la situación durante unos minutos, hasta que el ambiente se puso más denso y comenzaron a tomar piedras.
A diario vemos niños solos por todo Montevideo, sin ningún tipo de control de mayores, muchos de ellos que a veces recién comenzaron a caminar e igualmente ya están a la deriva.
La calle representa un peligro para cualquier niño, no solo por el tránsito, sino por lo complicado de la trama social de estos tiempos, las calles son tierra de nadie, una escuela perfecta de malos hábitos y de alguna manera la sociedad se convierte en cómplice de permitir todo esto, ha perdido la presión que se ejercía con la condena social, donde había cosas que no eran bien vistas, pero hoy todo eso se perdió y solo corre la ley del “no te metas”.
Lo cierto es que este “no te metas” no debería correr para el gobierno de turno, que tiene entre sus responsabilidades hacer cumplir la patria potestad a los padres, defender y proteger a los animales.
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