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Pese a la ofensiva judicial en su contra, Trump lidera las encuestas entre los republicanos
Las elecciones presidenciales de los Estados Unidos se celebrarán el martes 5 de noviembre de 2024. Falta mucho, pero las primarias de los partidos Demócrata y Republicano tendrán lugar entre febrero y junio de ese año.
En esos cinco meses se resolverá quién encabezará la fórmula que intente arrebatar a los demócratas la Casa Blanca por parte de los republicanos y si, desde el bando demócrata, es el actual mandatario quien encabezaría la fórmula para que ese partido quede en el poder.
Un sondeo publicado el martes por The New York Times, realizado entre el 23 y el 27 de julio, indica que Joe Biden y Donald Trump registran la misma cantidad de simpatías o de intención de voto. El empate está en torno al 43%, si las elecciones se realizaran en el momento en que se hizo la encuesta.
Así lo dice la encuesta de la Universidad de Siena encargada por el periódico norteamericano. Respecto de los votantes de las primarias demócratas, el 45% apoyó la nominación de Biden, mientras que el 50% dijo que el candidato debería ser otra persona, sin precisar nombres.
El estudio también dedicó un capítulo a las internas en el Partido Republicano. De allí surge que el expresidente Donald Trump acumula sobre el gobernador de Florida, Ron DeSantis, una sólida diferencia.
Pese a la ofensiva judicial que afronta, el expresidente revalida su ventaja frente al resto de los candidatos que disputarán las primarias para 2024. Con un 54% de apoyos, Trump le saca 37 puntos a DeSantis, que obtiene un 17%.
A mucha distancia, tres candidatos registran un 3%. Son Mike Pence, que fue vicepresidente de Trump; el senador Tim Scott, y la exembajadora de Trump en la ONU Nikki Haley. Luego, con un 2%, les siguen Chris Christie, exgobernador de Nueva Jersey, y el emprendedor Vivek Ramaswamy.
De los datos se infiere una conclusión: ni siquiera sumando los votos del resto de candidatos, si estos decidieran retirarse de la carrera, DeSantis podría imponerse a Trump en las primarias. El apoyo al exmandatario aumenta además considerablemente entre los votantes más conservadores del partido, dándole una ventaja de 50 puntos, 65% frente al 15% de DeSantis.
El gobernador de Florida sólo obtiene un 9% de apoyo entre los votantes de más de 65 años y un 13% entre los que no tienen título universitario. Entre los obreros y trabajadores de fábricas, la popularidad de Trump se mantiene como en 2016.
Otros sondeos, como el de Morning Consult, actualizado el 25 de julio, dan a Trump una distancia aún mayor: el 59% de apoyos frente al 16% de DeSantis; 43 puntos de diferencia. En tercer lugar, con un 8% de intención de voto, Ramaswamy, que siempre se mostró conciliador con Trump.
En la media de encuestas que proyecta la página FiveThirtyEight, Trump obtenía este lunes el 52,6%, por delante de DeSantis (15,6%) y Ramaswany (6,3%). En cuarto lugar, aparece Pence, quien sale tercero en la consulta publicada por The New York Times.
La investigación de IPSOS/Reuters, otorgaba a principios de julio a Trump el 47% de apoyo frente al 19% de DeSantis, una ventaja mayor que el resultado registrado antes de la primera acusación al expresidente en Nueva York a finales de marzo.
La popularidad de Trump entre sus votantes se disparó cuando el gran jurado de Manhattan votó a favor de imputarlo por el caso Stormy Daniels, el pago de dinero negro a la actriz porno para acallar una relación extramatrimonial en la campaña de 2016. Su campaña registró una cifra récord de donaciones tras conocerse la noticia.
Según IPSOS/Reuters, aunque el 61% de los estadounidenses se muestran a favor de rejuvenecer a su clase política, la realidad es que Trump tiene 77 años y Joe Biden tiene 80.
Respecto de los vaivenes y huracanes que enfrenta el expresidente en los tribunales, cabe consignar que la Constitución estadounidense no sólo no impide a un ciudadano condenado por la justicia federal a aspirar al cargo ni tampoco contempla la prohibición de ser presidente.
Según los juristas de ese país, el único delito que impide ser presidente es si acaba entre rejas condenado por insurrección. Todavía no es la tipificación que tuvo Trump en el asalto al Capitolio y no parece que la causa gire hacia esa dirección en su rol frente a ese ataque.
