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Por qué no veremos la historia de Harry y Meghan en The Crown, según el creador
En la primera temporada de The Crown se cuenta durante el tercer episodio que la actual monarca británica, Isabel II, llegó al trono porque su tío, Eduardo de Windsor, abdicó en 1936 pocos meses después de empezar su reinado y antes incluso de ser coronado oficialmente, para casarse con Wallis Simpson, una estadounidense divorciada. A Eduardo lo sucedió su hermano menor, Jorge VI, padre de la reina. Lo que no va a contar la serie, sin embargo, es el sacudón provocado por el anuncio del nieto de la monarca, Harry, de renunciar a su posición como miembro de primera línea de la familia real, junto a su esposa, también estadounidense y también con un divorcio a cuestas, la actriz Meghan Markle.
El matrimonio, los llamados duques de Sussex, anunciaron el miércoles que se retirarán de sus funciones oficiales y que trabajarán para tener independencia financiera de la casa real, aunque seguirán apoyando a la reina Isabel II, según el comunicado publicado por ambos en el que anuncian su decisión. "Ahora planeamos dividir nuestro tiempo entre el Reino Unido y América del Norte y continuaremos honrando nuestro deber con la reina, el Commonwealth y nuestros patrocinios. Este equilibrio geográfico nos permitirá criar a nuestro hijo con una apreciación de la tradición real en la que nació, al tiempo que brinda a nuestra familia el espacio para enfocarse en el próximo capítulo, incluido el lanzamiento de nuestra nueva entidad caritativa", manifestaron Meghan y Harry.
Esta decisión marca un punto de quiebre no solo para la historia reciente de la familia real británica, sino también para la relación del matrimonio con el resto del clan Windsor, una historia repleta de polémicas y cruces.
Pero nada de eso se verá en The Crown, según su creador, Peter Morgan. El portal de la revista estadounidense Entertainment Weekly publicó que aunque Morgan planea que el relato abarque seis temporadas, el punto final de la historia estará en el pasado.
Morgan dijo: "Me siento incómodo escribiendo sobre cosas que pasan en un determinado marco de tiempo. Creo que hay un plazo en el que, si escribís sobre eso, se convierte en algo periodístico. Porque todavía es algo muy cercano. Si esperas un tiempo, si dejas que pasen quince o veinte años, digamos que pasa una generación, podés hablar sobre eso y que se sienta como una dramatización. Esperemos veinte años para ver que hay para decir sobre Meghan Markle. Ella solo será interesante una vez que hayamos tenido veinte años para digerir quién es y cuál ha sido su impacto", comentó.
