Preocupa al MGAP las pérdidas millonarias generadas por las aves plaga

Considerando estudios realizados de la FAO, esas pérdidas oscilan en US$ 6 millones, en tanto la Mesa Tecnológica de Oleaginosos reveló que solo en soja pueden explicar pérdidas por US$ 1 millón

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22 de octubre de 2020 a las 19:15

Achicar lo máximo posible, y lo antes que se pueda, las pérdidas que originan las denominadas "aves plaga" en la actividad agrícola nacional es uno de los objetivos clave para el actual comando del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

Considerando estudios realizados hace unos 10 años por la FAO, esas pérdidas oscilan en unos US$ 6 millones, en tanto la Mesa Tecnológica de Oleaginosos reveló, más recientemente, que solo en soja pueden explicar pérdidas por US$ 1 millón.

En conferencia de prensa vía remota, este jueves 22 de octubre se presentaron por parte del ministerio avances sobre el manejo de "aves plaga" en la agricultura uruguaya. Integraron la mesa de expositores el ministro Carlos María Uriarte; el director general de los Servicios Agrícolas (DGSA), Leonardo Olivera; la bióloga Ethel Rodríguez, del Área de Vertebrados Plaga de los Servicios Agrícolas; y el director del Programa Nacional del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Jorge Sawchik.

Durante su exposición, Rodríguez expresó que minimizar los daños de las aves plaga implica prevenir, proteger, innovar y educar. Con este fin, el desarrollo y/o adaptación de tecnologías a nuestra producción y la transferencia de capacidades a productores, profesionales y público nacional e internacional, es esencial.

Las herramientas disponibles

Agregó, además, que el objetivo primario es reducir la afectación sobre los cultivos y raciones, pero sin necesariamente dañar a las aves. En este sentido, explicó que se aplican repelentes químicos, acústicos, visuales en maduración o curasemillas. Además, como métodos de exclusión, se usan variadas mallas de redes y el aumento de predadores naturales a través de la colocación de posaderos, cajas o nidos.

En cuanto a repelentes visuales, se utiliza cetrería (cría, amaestramiento y cuidado de las aves para la caza) desarrollada para pequeñas superficies, aplicada ya en cultivos extensivos y tambos. En cuanto a la cetrería mecánica ha sido probada en soja y avena, así como también los repelentes acústicos.

Con el fin de continuar informando y preparando a los productores y técnicos en el tema se realizan charlas en el litoral oeste del país y en las Mesas de Desarrollo, además de cursos en las carreras de grado en la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República.

Por su parte, Uriarte, expresó que ante un problema que es evidente y que genera una queja continua por parte de los productores, hay técnicos en INIA, la DGSA o la Facultad de Agronomía preparados para dar respuestas, quienes además continúan trabajando en el desarrollo de nuevos mecanismos.

Agregó, que "se generan elevadas pérdidas económicas en la producción y hasta anímicamente afecta cuando uno se ve indefenso ante el ataque de estas plagas".