Además de los clubes de membrecía y la venta de marihuana en las farmacias –todavía pendiente–, la ley de regulación y control del cannabis aprobada en 2013 durante el gobierno de José Mujica y cuyo decreto fue promulgado en febrero de 2015, permite la producción de cannabis para uso medicinal. Eso abrió la puerta para que emprendedores extranjeros miraran a Uruguay con la intención de instalarse y desarrollar medicamentos que, luego de una variada comprobación científica, puedan ser utilizados.
El presidente del Parque Científico y Tecnológico de Pando (PCTP), Fernando Amestoy, comentó que gracias a la ley de regulación del cannabis, a Uruguay se le abre "un sinfín de posibilidades" para que empresas extranjeras se instalen en el país para producir cannabis medicinal: "Hay que aprovechar el momento antes que otros países regularicen también".
Oportunidades para plantar sin restricciones en la concentración de cannabidiol y tetrahidrocannabinol (dos de los componentes psicoactivos de las plantas), apoyo financiero del gobierno a través de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (
ANII) e infraestructura otorgada por la Universidad de la República, fueron los motivos por los que ME4 Medical Cannabis y Phytoplant se instalaron en el PCTP y tienen previsto comenzar a producir medicamentos en base a cannabis a partir del año que viene, luego de que el Ministerio de Salud Pública autorice los procedimientos.
De aviones a cannabis
Sergio Merofa y João Paulo Rocha eran pilotos de Petrobras en
Brasil y en 2014 quedaron sin trabajo. Gracias a un amigo, que utilizaba una crema a base de cannabis para tratar un problema de herpes –con resultados positivos en su piel–, vieron la oportunidad de producir la crema en Uruguay. Se había aprobado recientemente la ley de regulación y control del cannabis y las posibilidades de pensar un producto para el mercado uruguayo eran reales.
Así que los emprendedores brasileños establecieron contacto con Uruguay XXI, y lograron instalarse en el Parque de Pando, con el objetivo de armar una planta para comenzar a producir.
"Hablando con químicos, con gente enferma y médicos, nos dimos cuenta que hay una demanda muy grande de soluciones para niños con epilepsia refractaria –que ninguna medicina cura–, y tienen 200 convulsiones por día", explicó Joao Paulo Rocha, director de Operaciones de ME4 Medical Cannabis. Allí encontraron su nicho de mercado, y de las cremas comenzaron a pensar en desarrollar un extracto –similar a un aceite– para niños que padecen esa enfermedad, que luego podrá expandirse al tratamiento de enfermedades como el cáncer.
"En Uruguay hay que desarrollar más el área de productos farmacéuticos a base de cannabinoides. No hay voluntad política aún". Stefan Meyer, Director de PhytoplantAhora, se encuentran en la etapa de construcción de una planta de 600 metros cuadrados. Tienen previsto, luego de la habilitación por el Ministerio de Salud Pública, la instalación de un laboratorio, la plantación y la producción de " un medicamento que no hay en ningún lugar del mundo", indicó su director de Operaciones.
Las plantas que se cultivarán tendrán CBD (cannabidiol) alto y bajo nivel de THC (tetrahidrocannabinol); esto significa que no sirve para uso recreativo.
"El cannabis no es una medicina alternativa, es tradicional; no se puede comparar con la homeopatía o similares". Joao Paulo Rocha, COO de ME4 Medical Cannabis.ANII contribuirá con el 50% del salario de los profesionales uruguayos que trabajarán en ME4 Medical Cannabis, que serán entrenados por docentes de la UdelaR que se desempeñan en el Polo Tecnológico de Pando. Respecto a las posibilidades que tiene Uruguay para que empresas extranjeras se instalen, Rocha fue positivo: "Nosotros estamos abriendo un camino para que grandes industrias vengan y entiendan que los medicamentos a base de cannabis son necesarios y su efecto está comprobado".
Cambiar las costumbres
La empresa española Phytoplant, se instaló en Uruguay en abril, para patrocinar un curso de cannabis medicinal para médicos miembros del Sindicato Médico del Uruguay. De esa instancia participaron 130 profesionales y, según entiende el director de la empresa, Stefan Meyer, se percibió la necesidad de desarrollar medicamentos y trabajar más con ese apartado de la ley. "En Uruguay falta la voluntad política de desarrollar los medicamentos de cannabis. Hay mucho hincapié en lo recreativo, con los clubes y la próxima venta en farmacias, pero en lo medicinal no hay nada desarrollado aún", dijo Meyer.
6 meses es lo que tardan en crecer las plantas para la producción del cannabis medicinal.
US$ 500 es el precio promedio de importación de medicamentos en base a cannabis. Las empresas instaladas en PCTP estiman vender a un precio menor.
Es por eso que para el próximo año y al igual que los brasileños de ME4 Medical Cannabis en el PCTP, Phytoplant tendrá una planta para desarrollar primeramente medicamentos en base a cannabis, y luego hacer desarrollos gracias a otras plantas.
"El (cannabis) medicinal requiere la estandarización y el control de calidad, de contaminaciones y uso de pesticidas en las plantaciones. Para eso hay que hacer análisis químicos y varias evaluaciones que llevan tiempo", comentó el director.
Según Meyer, es importante que los cannabinoides se adapten a la clínica para ser utilizados por los médicos. "Los profesionales están acostumbrados a recetar la dosis por miligramos, en las plantas hay que recetar el extracto y hay que adaptar la dosificación", explicó.
Ambas empresas desarrollarán soluciones para la población uruguaya, y el excedente será exportado a la región como primer destino.