Policía Caminera incautó 920 kilos de suprema y 39 kilos de costillas de cerdo ingresadas de modo ilegal desde Brasil y el juez actuante determinó que esos casi 1.000 kilos de carnes sean derivados al Área de Barreras Sanitarias del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) para su destrucción.
Virginia Guardia, directora de la Dirección General de Bioseguridad e Inocuidad Alimentaria (Digebia) del ministerio, este lunes destacó a El Observador que el incremento en la cantidad y eficiencia de este tipo de procedimientos es consecuencia de un esfuerzo interinstitucional, con la participación del MGAP, el Ministerio de Defensa, la Dirección Nacional de Aduanas y el Instituto Nacional de Carnes.
“Se están viendo mejores resultados gracias a una mejor articulación”, afirmó.
El MGAP informó que el jueves 29 personal de Policía Caminera del Destacamento de Empalme Olmos (Canelones) realizó un procedimiento en el que incautó productos cárnicos, en infracción aduanera y sanitaria, cuyo destino era Montevideo.
Guardia, entre otras consideraciones, señaló que el ingreso de esos productos de modo informal instaura riesgos sanitarios y de inocuidad.
Señaló que pueden ser medios para el ingreso de enfermedades como influenza aviar o newcastle en el caso de la carne de ave y de fiebre aftosa o peste porcina en el caso de la carne de cerdo.
“Al ser un ingreso informal no es conocido el origen, todo deja de ser confiable”, añadió.
En el caso de la inocuidad, algunos de los riesgos refieren a la salmonella, por ejemplo, pero también es posible que lleguen con esos alimentos residuos de agroquímicos o de promotores de crecimiento (que en Uruguay están prohibidos).
También estos procedimientos de incautación de productos ingresados de modo ilegal generan otro beneficio, el de la protección a la producción nacional y a la gestión de importación que se realiza con los permisos y controles correspondientes.
Sobre por qué los productos (en este caso carnes, pero ha pasado con frutas y hortalizas, por ejemplo) se destruyen y no tienen otro destino, Guardia señaló: “Desconocemos el origen, cómo se produjeron, cómo fueron luego mantenidos, si se respetó la cadena de frío, son ingresos que además de ser una competencia desleal para la producción local ponen en riesgo el esfuerzo de mucha gente que hace las cosas bien, y son productos que no podemos dejar que se consuman por el riesgo para la salud”, complementó.
Recientemente, el MGAP lanzó la campaña “Evitemos que pase”, con el objetivo de advertir a la población que el ingreso al territorio nacional de productos no permitidos puede afectar la salud humana, animal y vegetal, y también al ambiente.
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