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Riego, grupo antimafia y saneamiento: los planes de Delgado para un "segundo piso" de transformaciones
Al video le quedaban poco más de dos minutos cuando Álvaro Delgado abrió la puerta y tomando a su esposa de la mano, con sus hijos detrás, miró con una sonrisa el estado de ebullición en que estaba el Palacio Peñarol.
Bombos, cornetas y banderas inundaban las tribunas del estadio mientras dirigentes y militantes, sofocados y transpirados, combatían el calor haciéndose aire con algunos carteles.
Lucas Sugo había hecho subir la temperatura poniendo a todos a bailar con clásicos como 5 minutos o Cuando cante el gallo azul, los cuales llevaron incluso a que el diputado Alfonso Lereté no dudara en abrazar a la senadora Graciela Bianchi para tirar unos pasos mientras el intendente de Rocha, Alejo Umpiérrez, filmaba y cantaba los hits del artista tacuaremboense.
Un rato antes de bailar, los militantes habían protagonizado su propio duelo de hinchadas con ovaciones respectivas a los dirigentes que iban saliendo en la pantalla de la transmisión. El Espacio País (la 40 y el grupo de los intendentes) habían inundado con más de dos mil remeras amarillas la tribuna de la calle Minas, mientras que los seguidores de la 404 llenaron la Magallanes con carteles que hacían saber que son “la lista de Delgado”. Detrás del aro, sobre la calle Galicia, D’Centro y Futuro Nacional, mostraban sus flamantes banderas con la recientemente presentada lista 5.
Ya en el escenario, arropado por unos cincuenta dirigentes (desde la vicepresidenta Beatriz Argimón hasta jóvenes de los sectores) que se sentaron a sus espaldas, Delgado daría un discurso de casi una hora en el que acentuó en la necesidad de construir un “segundo piso” de transformaciones.
El concepto, que supone continuar por la senda trazada por Luis Lacalle Pou, pero con nuevos desafíos para llevar a Uruguay a ser el “país más desarrollado en América Latina”, será el eje vertebrador de sus próximas presentaciones hasta abril cuando dé a conocer el programa de gobierno.
A poco de finalizar, tras sacarse las selfies de rigor, Delgado subrayó su felicidad con el desarrollo del evento y enfatizó en la “buena energía” que había sentido en el Palacio. El precandidato, que había estado engripado los últimos días cortó la parte final de su discurso porque se estaba quedando sin voz. “Ahora si podés descansar”, lo animó un dirigente antes de irse.
Grupo antimafia, riego y saneamiento
Delgado comenzó el discurso solidarizándose con los evacuados por las lluvias y saludó a la militancia y precandidatos de todos los partidos, incluida la oposición. Pidió una campaña con debate pero sin agravios y se lanzó a realizar un recorrido por los cuatro años de gobierno de Lacalle Pou en los que tuvo un rol preponderante como secretario de la Presidencia.
Criticó la oposición sistemática del Frente Amplio a los proyectos y destacó algunos logros de esta administración. “Se pasó de destruir empleo a crearlo, mejorar salarios y reducir impuestos”, sintetizó logrando una de las mayores ovaciones de la tarde.
El precandidato nombró a la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, y al presidente del Banco Central, Diego Labat, al elogiar la mejora en las cuentas públicas, lo que fue leído como un guiño para dos personas que pueden ser claves en su gobierno. Mientras que la primera es señalada como posible compañera de fórmula en caso de lograr una distancia considerable con Laura Raffo, el segundo es apuntado como ministro de Economía en una nueva administración de la coalición.
El discurso fue escuchado atentamente en uno de los costados del escenario por su equipo más cercano (los dirigentes Tomás Casaretto y Javier Álvarez, el coordinador de la campaña Nicolás Martínez, los publicistas Diego Silva y Roberto Lafluf y los asesores en comunicación Lucía Cohen y Horacio Abadie).
Tras destacar que “todo lo que se hizo” permitía impulsar un “segundo piso” de transformaciones, desarrolló las innovaciones que incluirá su programa de gobierno en materia de economía, seguridad, educación, infraestructura, agro y protección social.
En este sentido, anunció la creación, en la ley de presupuesto, de un grupo especial de combate al crimen organizado el cual estará coordinado por el Ministerio del Interior, pero tendrá la participación de varios organismos (Ejército, Secretaría de Inteligencia, Antilavado, Banco Central y Aduanas, entre otros).
La propuesta está inspirada en el “grupo antimafia” italiano y venía siendo estudiada desde hacía meses por sus asesores, según supo El Observador. En febrero el precandidato había anunciado que estaban analizando esta experiencia. En la región, Chile y Argentina tienen planes similares y de hecho esta semana la Ministra de Seguridad del gobierno argentino Patricia Bullrich anunció un paquete de normas y dispositivos operativos también basados en la experiencia italiana.
Dentro del equipo de Delgado, el exdirector General del Ministerio del Interior, Luis Calabria, actual asesor presidencial, había declarado en Radio Universal que había “espacio para mejorar en seguridad” y que la mejora podía ir por “unificar esfuerzos y lograr cambios operativos en la coordinación entre distintas reparticiones”.
A su vez, Delgado mencionó que continuarán con el proyecto de saneamiento en el interior hasta llevarlo a 124 localidades. La administración de Lacalle Pou tiene en marcha una licitación para llegar a 61 localidades con una inversión de US$ 350 millones. La intención es que las obras comiencen este año y se extiendan por otros dos. La idea de Delgado es completar ese plan, que fue presentado por inversores privados, los cuales harán la obra, aunque toda la gestión será pública.
Si bien habló de otras como una mayor desburocratización del Estado, la tercera gran propuesta será un plan de riego que permita dotar a los campos de varias zonas del país de agua para momentos de sequía. El proyecto tiene al senador Sebastián da Silva como uno de sus principales impulsores y plantea la construcción de cuatro represas multiprediales.
