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Se endurece la negociación con el FMI: Massa amenaza con pagar con yaunes
Sergio Massa, en particular, y el oficialismo, en general, buscan cerrar la renegociación del acuerdo con el FMI lo antes posible. Despejar el camino hacia las PASO es la tarea. Un desembolso del organismo multilateral de crédito ayudaría a mantener vive la llama de competitividad de Unión por la Patria que encabeza el ministro de Economía.
En el marco de una tensión creciente, con rumores de default y pagos con moneda China, la semana que acaba de comenzar puede ser clave para para el rumbo de la negociación. Desde el ministerio de Economía alientan la posibilidad de que en los próximos días se pueda definir la fecha para un encuentro cara a cara. Se sabe, si hay foto, hay acuerdo.
Nadie a avizora que las negociaciones concluyan antes del viernes, pero si indican que podría estar todo listo como para que una delegación argentina viaje la semana que viene rumbo a Washington.
El equipo encabezado por Sergio Massa negocia contrarreloj. No sólo lo corren los vencimientos, también le calendario electoral. A un mes de que se lleven a cabo la PASO, las negociaciones parecen estancadas. En la agenda del organismo internacional no hay fecha cierta para recibir a la Argentina. En ese contexto, desde el entorno de Massa aseguran que se trabaja cuatro horas por días por zoom con los técnicos del organismo.
Dentro del marco de la revisión del acuerdo lo que se plantea, entre otros puntos, es anualizar las revisiones. En términos concretos que la Argentina no sea auditada cada tres meses como viene sucediendo hasta ahora. Este dato, aparece como central dentro de los puntos que plantea el entorno de Massa.
La postura argentina respecto a una devaluación brusca del tipo de cambio no se modifica. Por ahora la negativa a devaluar es terminante. Y así será hasta las elecciones.
Así las cosas, el acuerdo aparece trabado. El FMI no quiere que le acuerdo caiga, Argentina tampoco. Sin embargo, lo que está dispuesto a ser el ministro de Economía para que eso suceda dista bastante de lo que pretende el FMI.
Los puntos de acuerdo surgen, pero no son definitorios. Los compromisos, las metas y las formas de alcanzar las metas están sobre la mesa. La revisión anual podría ser una salida.
