Liber Trindade
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Señales y mantenimiento vial
Montevideo, noche con alerta meteorológica, me desplazo por la avenida 8 de Octubre, al pasar Pan de Azúcar rumbo al Centro había un ómnibus averiado junto al cordón y al abrirme para pasarlo en el carril restante, me encuentro con una baliza que debe señalizar un pozo en el pavimento, pero esta baliza estaba con la luz apagada.
Esto es simplemente una anécdota de las tantas que a diario encontramos en nuestra ciudad, pero que generan situaciones de peligro latente.
La noche anterior podía apreciar por ejemplo en 18 de Julio, cómo en el cruce con Paraguay, con Julio Herrera y Obes, rumbo a la Ciudad Vieja, no funcionaban las luces rojas de los semáforos.
Y si el comentario parece una exageración, fue el propio director de la Intendencia de Montevideo Hugo Bosca quien protagonizó un accidente en Guayabos y Minas por un semáforo que había sido dañado en otro accidente varios días antes.
La previsión en los temas de tránsito, que tienen que ver con la mantención y señalización se deben tomar muy enserio, se debe actuar en tiempo real, porque es lo que impone una ciudad dinámica con un parque automotor cada día más grande.
Debe haber un tiempo indicado para cada cosa y no parece correcto tampoco que estos mantenimientos se hagan a cualquier hora y como referencia pongo que esta semana cerraron el túnel de 8 de Octubre en hora pico para pasar una barredora y limpiar los desagües que tenían ya vegetación de gran tamaño saliendo de los mismos, con cientos de kilos de basura acumulada que los obstruían completamente.
Basta cruzar hasta Buenos Aires para apreciar cómo el mantenimiento vial se hace en la noche justamente para no entorpecer la dinámica de la ciudad durante el día.
Pero en un Uruguay parece una herejía hacer este tipo de planteos, donde los sindicatos no quieren compañeros trabajando en la noche y lo poco que se hace es en horas pico.
