Sentimientos encontrados en la comunidad islámica de Países Bajos por la victoria de la ultraderecha

"Queremos menos Islam en Países Bajos", reza el manifiesto del Partido para la Libertad (PVV) de Wilders. La formación de extrema derecha ganó las legislativas del domingo, pero sin mayoría absoluta tendrá muchas dificultades para articular una mayoría parlamentaria que le permita gobernar.

En el pasado, Wilders calificó a los marroquíes de "escoria", comparó el Corán con el libro "Mi lucha" de Adolf Hitler y recibió amenazas de muerte tras sugerir la organización de un concurso de caricaturas de Mahoma.

Sin embargo, durante la campaña electoral moderó su discurso anti Islam y se concentró en cuestiones económicas, como el encarecimiento del costo de vida.

Habib el Kaddouri, de la asociación SMN de neerlandeses de origen marroquí le dijo a AFP que "no sé si los musulmanes siguen estando seguros en Países Bajos. Algunos tienen miedo, a otros les inquieta su futuro y se preguntan lo que el resultado implica para su ciudadanía y su lugar en la sociedad neerlandesa".

La AFP consulto también a otras personas en Ámsterdam y en Venlo, la ciudad natal de Wilders, en la frontera con Alemania, y encontró un panorama con más matices. Algunas enfatizaron el discurso económico de este político, por encima de sus comentarios pasados sobre el islam.

"Yo soy de origen turco, y musulmán, voté por Geert Wilders", dijo un habitante de Venlo, un desempleado de 41 años que pidió anonimato.

"Somos todos pobres, y pensamos que puede cambiar las cosas", argumentó.

"Todas esas declaraciones sobre el cierre de mezquitas no son más que politiqueo", resumió.

Burak Cen, un taxista de 40 años, no votó. Pero si lo hubiera hecho, habría optado por Wilders, según cuenta en un café de Ámsterdam.

"Creo que merece su oportunidad", le dijo a AFP. "Intenta recabar votos con su propaganda sobre las mezquitas y los musulmanes. Pero por lo demás, lo que dice sobre los neerlandeses y la pobreza es acertado".

Para intentar calmar los temores de las minorías tras las elecciones, Geert Wilders subrayó que quiere ser "el Primer ministro de todos los neerlandeses, independientemente de su religión, sexualidad, color, sexo o lo que sea".

"Cuando se es Primer ministro, el papel es diferente del de jefe de la oposición", indicó.

Para Hasan Bensaid, un obrero de la construcción de 49 años oriundo de Ámsterdam, las declaraciones de Geert Wilders sobre la comunidad musulmana, que cuenta con cerca de un millón de personas, son solo una cortina de humo.

"Hace 20 años que grita en el parlamento, eso no me impresiona. Somos extremistas, somos ladrones, somos de todo", lamenta Bensaid.

Pero, "todo está caro y pienso que los ministros hacen cualquier cosa. Le daría una oportunidad. Puede ser Primer ministro", concluye.

(Con información de AFP)