Ser sustentable y rentable: un desafío de nuestros tiempos

En la actualidad, la sustentabilidad es un tema popular en los diálogos y acuerdos entre países y gobiernos, así como en la gestión diaria de diversos sectores de la actividad industrial y, particularmente, del área gastronómica. ¿Se puede ser sustentable y rentable a la vez? ¿Es una utopía o un camino de reales posibilidades en el mundo de hoy en día? 

Para dar respuesta a estas inquietudes pueden, primero, sentarse las bases, ¿cómo puede entenderse la sustentabilidad en una empresa? Como los esfuerzos realizados para operar de una manera sostenible en el más alto nivel posible de forma de minimizar el impacto negativo al medio ambiente y, por sobre todo, comprometiéndose en la construcción de impactos positivos y equilibrados con foco en las futuras generaciones.

Uno de los desafíos a los que las empresas se enfrentan tiene que ver con la implantación de sistemas que permitan crecer como empresa sostenible y, a su vez, que apoyen la rentabilidad de la organización, sea en un contexto de plantas de producción de alimentos u otros espacios productivos. 

Y algunos caminos posibles para esto pueden materializarse por medio de los siguientes procesos/sistemas. 

Por un lado la implementación de paneles solares, por medio de los cuales se capta la energía proveniente del sol para su aprovechamiento en energía eléctrica que puede utilizarse, luego, en los procesos diarios de plantas de producción. 

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Por otro lado, sistemas de recuperación de agua caliente, cuyos intercambiadores transfieren la temperatura del agua caliente sucia que sale los procesos productivos al agua fría limpia que transita por el intercambiador. Esto genera una transferencia de temperaturas y, por lo tanto, un ahorro en términos económicos y medioambientales. 

Gracias a la implementación de los paneles solares y del intercambiador se generan resultados reales en términos de ahorro gas que puede utilizarse en la generación de agua caliente para los procesos productivos (menos gasto, menos contaminación ambiental). 

Comparado con el sistema tradicional la implementación de esta tecnología da un ahorro en el orden del 60% de gas diario, se baja la temperatura del agua residual aproximadamente a 35°C siendo una temperatura amigable ambientalmente. 

Otro camino posible hacia la sustentabilidad, lo conforma la renovación paulatina y constante de la flota de vehículos, por ejemplo, compra de autos eléctricos, disminuyendo la quema de combustibles fósiles. 

También la adquisición de máquina de compost, que permiten transformar los desechos de orgánicos de los procesos productivos en material compostable, el cual apoya la rentabilidad en la medida en que se inserta como venta en el mercado. 

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Por último, otra acción que encamina a las empresas en este rumbo es el profundizar el trabajo con alianzas estratégicas, por ejemplo  REPAPEL es una excelente alternativa de trabajo en conjunto y con compromiso con el cuidado del medio ambiente, especialmente a través de una buena gestión del papel. 

Además de los impactos evidentes en términos mediambientales, promueve una consecuente reducción de gastos logísticos en recolección de desechos industriales.

Como menciona en su estudio “El concepto moderno de sustentabilidad” realizado por el Ing. Arturo M. Calvente de la Universidad Abierta Interamericana, “la sustentabilidad es la habilidad de lograr una prosperidad económica sostenida en el tiempo protegiendo al mismo tiempo los sistemas naturales del planeta y proveyendo una alta calidad de vida para las personas” y estas acciones antes mencionadas son una alternativa que como empresa permiten, de forma gradual, ser cada vez más sustentables y rentables protegiendo, así, los sistemas naturales del planeta.

Invitamos a que las empresas se comprometan y se sumen a ser sustentables, ya que es un camino real hacia la rentabilidad.