La Dirección General de los Servicios Ganaderos (DGSG) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) redobla el esfuerzo para controlar la
garrapata, enfermedad parasitaria de alta incidencia que provoca anualmente pérdidas estimadas en US$ 33 millones.
Con un adecuado control, podrían bajar notoriamente los costos de los tratamientos y la posible presencia de residuos en carnes, destacó a El Observador el director de Sanidad Animal –división de la DGSG–, Carlos Fuellis.
El 50% de las pérdidas son ocasionadas por la denominada tristeza parasitaria, que es provocada por la garrapata y genera pérdida de peso en los animales.
El tema fue destacado este miércoles, en conferencia de prensa en el MGAP, donde se resaltó también el valor del período de vacunación contra la
fiebre aftosa –abarca a todos los bovinos menores de dos años–, que comenzó el martes pasado e irá hasta el viernes 15 de junio.
Como consecuencia de esta medida sanitaria, no se autoriza hasta el 31 de mayo el movimiento de los animales que deben vacunarse.
A partir del 1° de junio podrán movilizarse los que hayan sido vacunados con por lo menos 15 días de anticipación. No se podrán realizar remates en ferias, sí se podrán efectuar las ventas por el sistema virtual de pantalla, entre los días 15 y 31 de mayo.
Lucha permanente
El tema de la garrapata constituye una lucha sanitaria permanente y de gran interés para el país, si tiene en cuenta que ocasiona pérdidas productivas importantes.
Se estima que un productor con un rodeo de 300 bovinos, realizando entre ocho y nueve tratamientos anuales, tiene un costo aproximado a los US$ 2.500 por año. Se calcula, pues, el costo en US$ 1 por bovino y por año.
Fuellis remarcó la importancia de encaminar un control adecuado de esta parasitosis. Con los tratamientos que se recomiendan podrían disminuir notoriamente los costos y las posibilidades de presencia de residuos en carnes.
En síntesis, es clave usar un producto químico para cada generación de garrapata, cumplir con las indicaciones que aparecen en las etiquetas y tener buenas prácticas y correcta aplicación al momento del tratamiento. Hay seis productos químicos autorizados, entre ellos etión, nuevamente habilitado tras los ajustes realizados por Estados Unidos –bajó al mínimo su exigencia de tolerancia.
Generaciones
Uno de los consejos expuestos es tratar a cada generación de garrapata con un químico diferente, como forma de evitar la resistencia a algunos de los productos recomendados, explicó el veterinario Carlos Fuellis.
En Uruguay hay, en promedio, tres generaciones de garrapata por año. La primera se produce de agosto a noviembre, la segunda de diciembre a febrero y la tercera de marzo a mayo, dijo.