La falta de lluvias en setiembre y octubre empieza a complicar a los tamberos, justo a las puertas del pico productivo del año. La baja de 17% en el precio de la leche en agosto ya tuvo como consecuencia una caída de la remisión en setiembre, que podría repetirse en octubre. Mientras se espera con ansias la lluvia, aparecen incipientes señales de recuperación en el mercado internacional.
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