en Montevideo con la participación de nueve duplas uruguayas. La mejor fue la integrada por Catalina Simón y Rosina Elgue que alcanzó las semifinales terminando en el cuarto puesto.
El viernes y sábado el torneo se jugó en el estadio Arenas del Plata de Pocitos mientras que el domingo, por la lluvia, las etapas finales se llevaron a cabo en el Centro de Desarrollo del beach volley ubicado en las instalaciones del club UGAB en el terreno lindero al Centro de Entrenamiento de la Federación Uruguaya de Basketball.
"Se cumplió con el objetivo planteado antes de comenzar los sudamericanos que era alcanzar las semifinales y lo que más nos deja tranquilos es el nivel que por momentos logramos conseguir", contó a Referí el entrenador de las selecciones femeninas, Mateo Pascale.
"La dupla de Lia Fortunati y Silvana Hernández perdió en cuartos de final contra Colombia jugando un excelente partido, manteniendo la intensidad por gran parte del juego, un aspecto muy difícil de mantener a este nivel y con un nivel de concentración muy alto. Lo mismo hicieron en la semis Catalina (Simón) y Rosina (Elgue) ante las colombianas, con un primer set jugado por momentos a un gran nivel, variando las tácticas y tomando riesgos", explicó el entrenador.
"Esto nos deja tranquilos de que vamos por buen camino, que en el acierto o en el error vamos por la línea correcta y esto nos da más impulso para lo que viene. Tenemos un gran plantel, jugadoras muy comprometidas y con hambre de ganar", dijo Pascale sobre el recambio por el que atraviesa Uruguay tras el retiro de sus jugadoras referentes para la playa como Lucía Guigou, Fabiana Gómez o Eugenia Nieto.
En la rama masculina, los más destacados fueron Gastón Baldi-Hans Hannibal y Lucas Mocellini- Leandro Fernández, quienes llegaron a cuartos de final. Los primeros fueron eliminados por Brasil en un reñido 2-1 y los segundos por los experimentados primos chilenos Grimalt, a la postre medalla de plata.