Suba de naftas presiona inflación y complica la negociación salarial

El aumento en los precios de los combustibles suma presión sobre el Índice de Precios del Consumo (IPC) y es un punto en contra para la credibilidad que busca transmitir el gobierno respecto a una desaceleración progresiva de la inflación de cara a la negociación de los nuevos convenios salariales.

De antemano, los nuevos lineamientos que suponen un intento por moderar los salarios han sido fuertemente resistidos por el PIT -CNT y la suba de precios no da señales de acercarse al menos al techo del rango meta (7%). Eso hace prever una ronda cargada de complejidades con sindicatos poco afines a recorrer el nuevo camino propuesto por el Poder Ejecutivo de dejar de lado la inflación como base de los ajustes.

En ese contexto, el PIT-CNT ya maneja como un hecho que la mayoría de los grupos que están empezando a negociar en estos días optaran por poner sobre la mesa ajustes de salarios anuales con correctivos por inflación anuales y no a dos años como sugirió el Poder ejecutivo.

"Más allá de que el gobierno se ha puesto la meta de 5% ya sabemos que este año va estar cerca de 8% y a futuro no va cambiar mucho. Eso sin dudas es un problema para los trabajadores. Por eso decimos que la pauta es insuficiente", dijo a El Observador una fuente sindical.

La inflación se aceleró en junio por cuarto mes consecutivo y alcanzó el 8,53% en la medición interanual. Para este mes se espera que continúe el impulso en los precios según la mediana de los analistas encuestados por el Banco Central (BCU), que proyectan un aumento de 8,58% respecto a julio pasado.

De hecho, el incremento de 10% que acumula el precio de la carne le pone un piso a la inflación de julio de 0,59puntos porcentuales, según cálculos realizados por la Unidad de Análisis Económico de El Observador. En tanto, los aumentos en las tarifas de los combustibles dispuestos por el gobierno (6% en promedio) que impactarán en su totalidad en la inflación de agosto le ponen un piso de 0,24 puntos al IPC de ese mes.

Este análisis no tiene en cuenta que la suba de los combustibles genera un aumento de costos en un importante número de sectores y eso podría verse reflejado en el corto o mediano plazo en el precio de sus bienes o servicios.

Hasta ahora, el gobierno apeló en más de una ocasión al manejo de los precios administrados para contener la inflación y evitar que alcance los dos dígitos. Con una inflación fuera de la meta pero todavía en una zona de confort para las autoridades y el objetivo de reducir el déficit fiscal como una de las prioridades, el equipo económico optó por preservar las finanzas públicas y el resultado operativo de ANCAP.

El presidente de la Gremial Única del Taxi, Oscar Dourado, dijo a El Observador que hoy se solicitará al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) un ajuste de las tarifas, cuyo porcentaje se definirá en estas horas. El empresario explicó que hace un año no se corrigen y que a la suba reclamada desde hace seis meses por el incremento de los salarios y del dólar se suma ahora el nuevo valor de los combustibles.

En tanto, el directivo de la Intergremial de Transporte de Profesional de Carga (ITPC), Humberto Perrone dijo a El Observador que cada empresa deberá resolver si corrige o no las tarifas de acuerdo a su paramétrica. "Para los que cobran en pesos es evidente que van a tener que hacer un ajuste al alza", afirmó. Desde este mes rige un ajuste salarial de 7,4% para el transporte de carga general y de 11% para el transporte de leche. A eso se suma el aumento del gasoil, que tiene una incidencia en la estructura de costos de 50% en promedio.

Perrone destacó que el aumento puede fomentar el contrabando de gasoil a menores precios desde Argentina y Brasil, que hoy alcanza a una quinta parte de lo que se consume en el mercado.

Alianza Nacional rechazó el aumento de los combustibles que decidió ANCAP. En conferencia de prensa realizada ayer, el diputado Pablo Abdala, acompañado de varios legisladores, dijo que el aumento "no fue transparente" porque las circunstancias en las que se basó el oficialismo para justificarlo (precio del barril y evolución del tipo de cambio) "no son reales". Afirmó que la suba "es una excusa para disimular el deterioro financiero de ANCAP". Comentó que la empresa estatal debe actualmente 80% de los bienes que posee y en 2014 se descapitalizó en un 50%. Para el sector que lidera Jorge Larrañaga, el aumento impactará "negativamente" en la competitividad de los sectores productivos y también afectará el bienestar de la población al encarecer un producto básico que, además, afectará la inflación.