Festejo ante Cerro, metió doblete

Fútbol > EL TAPADO DE LA FECHA

Tomás Fernández: el mundo Boca, el amigo campeón en Qatar 2022 y la vidriera de Uruguay

Nació en Junín, se crio en Ameghino, llegó con 14 años a Boca Juniors donde compartió vestuario con Tévez y Gago, la rompió en Cerro Largo, fue campeón en Tigre y ahora levanta vuelo en Deportivo Maldonado: la historia de Tomás Fernández
Tiempo de lectura: -'
05 de septiembre de 2023 a las 05:02

Tomás Fernández tuvo su minuto de fama en Boca Juniors. Fue un lunes 2 de mayo del año 2017. Por entonces era un juvenil de 19 años que jugaba en Reserva y entrenaba con la Primera del xeneize. Encarador, picante y talentoso, el extremo estaba encendido esa mañana en Casa Amarilla hasta que el volante raspador Pablo Pérez lo levantó por los aires de una patada. El entrenador Guillermo Barros Schelotto echó a Pérez y aquello fue un revuelo. 

"Estaban todos los medios presentes y me empezaron a llamar de todos lados para que saliera a hablar", recordó Fernández en diálogo con Referí. "Entonces hablé con el Flanco (Rolando) Schiavi que era el técnico de Reserva y me dijo que no hablara con nadie, que dejara pasar todo y que se arreglaran entre ellos (Barros Schelotto y Pérez). Y le hice caso". 

"Después Pérez salió a hablar y dijo que lo estaba volviendo loco y que lo había hecho de viejo cascarrabias. Pidió disculpas, pero la verdad es que conmigo nunca se disculpó personalmente". 

"Los que no jugábamos en Primera hacíamos fútbol los lunes y teníamos todas las ganas. Pero los más grandes venían de jugar. Ese día estaba bien y me empezó a pegar. Una, dos, tres veces hasta que me dio esa patada de mala leche y Guillermo lo echó", recordó.

Fernández llegó con 14 años a Boca para jugar en Novena División. Hizo toda la escalera hasta la Reserva. Pero nunca llegó a jugar en Primera. Aún tiene contrato con el club, hasta el 31 de diciembre de 2025 y en Deportivo Maldonado está a préstamo pero con una opción a compra. 

El domingo, contra Cerro, anotó dos goles y llegó a seis en la temporada. En el primero de ellos demostró toda su calidad. En el segundo su oportunismo y también el aprovechamiento de la posición que le encomendó Fabián Coito: jugar por detrás de la referencia neta de ataque. 

"Al principio no me gustó el cambio. Le decía a Fabián que me sentía más cómodo jugando por afuera, que es mi posición natural. Pero con mucha charla y trabajo de campo me convenció y ahora me gusta el puesto", contó Fernández que tiene tres nombres: Aldo, Tomás y Luján. 

Encarando, su forma de sentir el fútbol

Fernández nació en Junín, al noroeste de la provincia de Buenos Aires pero se crio en Ameghino. "Junín tiene un ritmo de vida como el de Maldonado, es muy tranquilo, y Ameghino se parece más a Melo". 

"Me fui a Ameghino con mi madre y ahí hice la escuelita en Club Atlético Ameghino, pero con el tiempo volví a Junín porque mi padre sufrió un derrame cerebral. Ahí jugué en Ambos Mundos, con 10 años, hasta que un representante me vio y me ofreció ir a probarme a Boca Juniors", contó.

En Boca gustó, pero antes de dar el sí surgió la posibilidad de ir a Europa para hacer una prueba en Villarreal de España. 

Antes de viajar a España, se preparó dos semanas en el Centro de Entrenamiento para Futbolistas de Alto Rendimiento (Cefar) que estaba a cargo de Jorge "Coqui" Raffo. Ahí conoció a Nahuel Molina con quien conserva al día de hoy una amistad. 

En Villarreal, Fernández también encandiló con su talento pero para poder quedarse debía tramitar el pasaporte italiano, lo que lo iba a tener varios meses sin jugar. Por esa razón, se terminó decantando por Boca Juniors. 

Las inferiores de Boca también estaban a cargo de Coqui Raffo y Fernández se instaló a vivir en la pensión del club: "Era un tipo duro. A las 9 de la noche había que apagar la tele y dormirse. No podía caminar en ojotas. Tenía que seguir estrictamente la dieta, los horarios de entrenamiento y también los estudios. Fueron muy chocantes esos primeros meses. Extrañaba mucho. Pero fueron un gran aprendizaje para mi carrera". 

En Boca también terminó Nahuel Molina, campeón del mundo en Qatar 2022 con Argentina y actual lateral derecho de Atlético de Madrid. Ambos son generación 1998, como Nicolás Capaldo o Gonzalo Goñi, otros talentos de aquellas formativas xeneizes. 

"Somos amigos, estamos siempre en contacto, cuando voy a Argentina nos juntamos y cuando fue campeón del mundo lo visité especialmente", contó. 

Con su amigo Nahuel Molina, la medalla y la remera de campeón mundial

Fernández arrancó como volante central y a fuerza de subidas y goles fue movido a la posición de extremo. El mejor recuerdo que tiene de su pasaje por formativas fue haberle hecho un gol a River Plate para festejarlo colgado a un alambrado en donde estaba su padre. 

"En aquellos tiempos a los pibes de Boca no se les daba prácticamente lugar en Primera. Es totalmente diferente al presente del club. Todo cambia. Cuando entraba al vestuario de Primera me iba a un costado y estaba calladito en un rincón. Hoy los jóvenes son uno más en cualquier club, están totalmente integrados y hasta te sacan el celular y lo usan. Eso era algo impensado en mi etapa de juvenil". 

Claro. Al vestuario lo dominaba Carlos Tévez, tras volver al club luego de llevar a Juventus a la final de la Champions. También estaban figuras como Fernando Gago, Daniel Osvaldo, Darío Benedetto y Ricardo Centurión. 

"A Tévez lo admiraba desde chico. También a Juan Román Riquelme. Y verlo entrenar y compartir el día a día fue increíble. A los pibes nos hablaba, nos aconsejaba. Nos decía que en las prácticas encaráramos, que si nos pegaban nos levantáramos calladitos. Nos decía que a él, cuando lo subieron, el Flaco Schiavi y (Walter) Samuel lo cagaban a patadas. Pero que poco tiempo después se lo llevaban bajo su ala".

Si embargo, a la hora de elegir un líder de vestuario, Fernández se queda con los que tuvo en Tigre, en el Nacional Argentino de 2021: el Perro Sebastián Prediger y el Patito Martín Galmarini. "En Boca yo solo entrené, nunca me sentí parte del equipo de Primera porque solo jugaba en Reserva". 

En Tigre salió campeón del torneo, pero eso no impidió que en determinado momento de la temporada no sufrieran la indeseada visita de la barra brava a un entrenamiento. "Tuvimos una racha mala de unos pocos partidos y vinieron a hablar, a preguntar qué pasaba. Ahí se ven los líderes. Hablaron ellos, les pidieron confianza, que nos siguieran alentando que íbamos a responder. El siguiente partido sabés cómo lo ganamos. Me acuerdo que Galmarini no jugaba, pero entrenaba como el mejor y todos los lunes abría la semana con una charla, preguntándole a todos cómo se sentían". 

Campeón con Tigre en 2021

Fernández ya jugó en cuatro equipos en calidad de cedido: Agropecuario (2018-2019), Cerro Largo (2019-2020), Tigre (2021), San Martín de San Juan (2022) y actualmente lo hace en el Depor. 

"En Agropecuario no me fue bien. Arreglé el préstamo el último día del período de pases porque Schiavi conocía al entrenador, (Sebastián) Saja. Tenía todo arreglado para ir a Newell's pero los clubes no se ponían de acuerdo por el préstamo".

Su llegada a Cerro Largo, a mediados de 2019, fue un gran envión para su carrera. 

"Cuando vi la cancha, por primera vez, me dije: 'Dónde me vine a meter'. Pero después me di cuenta que teníamos un cuadrazo. Estaban Mauro Luna Diale, Jonathan Dos Santos. 

Con Cerro Largo, tuvo un año y medio notable

"El gran secreto del equipo era que entrenábamos dos o tres veces por semana en el Ubilla y el pasto se dejaba largo. Entonces en los segundos tiempos le pasábamos por arriba a los rivales porque se quedaban sin piernas y nosotros estábamos acostumbrados. Aparte sabíamos dónde estaban los pozos y en qué lugar de la cancha la pelota se quedaba con la lluvia". 

Fernández contó que en la previa de un partido vio cómo Cerro Largo utilizó su famosa técnica de secada de cancha con colchones y también con lampazo: "Llovía siempre en Melo. Pero esa vez lo hicieron mucho antes de que estuvieran las cámaras", reveló a las risas. 

"El fútbol uruguayo es muy parejo pero al volver tres años después he notado que se mejoró mucho en materia de canchas y también de vestuarios. Además es una gran vidriera y ojalá que me dé la posibilidad de llegar a algún mercado como el de Europa o el de México". 

Cartón ligador en el Saroldi ante River

Pero mientras, con el Depor, los objetivos ya están trazados y en curso: "Queremos mantener lo que el club consiguió el año pasado clasificando a copas internacionales. Tenemos que hacernos fuertes de locales y tratar de sacar la mayor cantidad de puntos posibles de visitantes", afirmó. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...