Agro > LA HISTORIA DE ADEMAR
Trajo una pasteurizadora de Argentina para volver a ser tambero y dejar tranquilo al Estado
Ademar Martínez fue tambero, pero como le pasó a muchos los números no cerraban y debió dedicarse a otra cosa: tiene 25 vacas, compra terneros, los pone al pie de las lecheras para que mamen y cuando quedan criados los desteta y vende.
A eso se dedica en un predio familiar en Canelones, ubicado entre Sauce y Las Piedras, en el Camino del Medio.
Tiene 55 años e integra la tercera generación de una de esas familias que han sido pilares para que el sector subsista aportándole a la gente un alimento clave y generando empleo.
Le gustaría volver a producir leche y tiene un plan en marcha que se distingue por lo solidario: anhela que él y otros aprovechen una pequeña sachetadora y pasteurizadora, un equipo que ya importó desde Argentina, para industrializar más barato y tener una rentabilidad adecuada.
El abuelo de Ademar vendía leche en Treinta y Tres, la repartía en un carro tirado por un caballo, recuerda. Aquel esfuerzo caracterizó lo heredó su padre y luego él. De generación en generación se fueron pasaron no solo conocimientos, también la pasión por la lechería.
Hoy, en tiempos de innovaciones tecnológicas imprescindibles para ser competitivos, Ademar investigó, viajó a Argentina, vio funcionando una pasteurizadora diseñada por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la hizo traer para una prueba en la Escuela de Lechería de San Ramón y terminó comprándola.
Esa tecnología, resumió, permite trasladar al mercado leche de campo, inocua y en sachet.
En Argentina hay dos fábricas que la producen. En una de ellas, que ya vendió solo 50 en ese país, compró la suya por US$ 7.000.
“La traje 100% legal, desde Concordia, yo mismo la fui a buscar a Salto”, contó.
Tiene capacidad para pasteurizar 80 litros por hora y se la puede usar no solo para leche vacuna.
No descansarse en el Estado
“No puedo aspirar a que el Estado compre ese tipo de máquina y las ceda a los productores, porque el Estado tiene que velar por gente con otras necesidades”, reconoció, “por eso hice el esfuerzo con mi bolsillo y con gusto voy a compartir el uso”.
Volviendo a su proyecto, es consecuencia de una movida que activó su padre hace pocos años. También se llama Ademar, tiene 82 años y está en tratamiento médico; que el proyecto sea una realidad es un homenaje trascendente en la familia.
“La idea es que otros tamberos chicos aprovechen la máquina y envasarles a porcentaje, a fasón, con los números bien claros y a la vista de todos”, remarcó.
La empresa argentina de Concordia “quiere que yo sea su representante en Uruguay, vamos a ver, si pasa la idea es las ganancias volcarlas a mejorar el local del exfrigorífico Comargen, en las Piedras –donde está planificado instalar la pasteurizadora–”.
¿Por qué Ademar hace eso? Respondió: “Le quiero dar una mano a amigos que fueron tamberos y se fundieron, a otros que siguen en la huella, quiero usar la máquina y que otros también mejoren su rentabilidad”.
En el siguiente video, elaborado por la fábrica argentina que produce la pasteurizadora, se resume su funcionamiento.
Contó que queseros de Kiyú, un exdistribuidor de Parmalat con camión habilitado y tamberos de varias localidades pueden beneficiarse con colocaciones en supermercados con los que hay vínculos, con leche fresca, deslactosada y quesos.
Puntualizó que algo pendiente, que espera resolver en estos días, es la formalizacion del local en el predio del exfrigorífico Comargen donde funcionará la pasteurizadora.
“Mi padre arrancó esto cuando estaba bien, pero todo se demoró por la pandemia de covid”, detalló sobre la tardanza de instaurar el emprendimiento ahora está encaminado.
Sobre el sachet que sale de la pasteurizadora (la empresa de Concordia ya exportó 100 equipos a Ecuador y Perú, dijo), en Argentina la parte de atrás es genérica y se completa con los datos del tambero, entonces la leche va con trazabilidad, indicó Ademar.
Actualmente, con asesoramiento profesional, este emprendedor rural está en la etapa previa a pruebas de producción, la idea es que apenas esté el local habilitado llevar la máquina que está guardada en una casa familiar para cumplir con los trámites que correspondan y en apenas se pueda comenzar a utilizarla.
Las ventajas
- Produce alimentos seguros
- Agrega valor a la producción
- Bajo costo
- Operación sencilla
- Equipos transportables
- No requiere obra civil para instalar
- Cumple con todas las normas sanitarias
- Procesa leche directa del ordeñe
- Procesa jugos naturales (luego de exprimidos)
- Procesa yogurt bebible
- Fácil limpieza
- Ideal para productores de pequeña escala
“Hay gente, lo vi en Argentina, con seis vacas y como mucho empataba las cuentas, pero ahora manda la leche a una escuela agraria con una máquina así, todo habilitado, todo controlado, y recibe más por su leche y los números cierran”, contó.
Este emprendedor recibió como consejo que todo lo relacionado con su proyecto lo documente y presente al Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), porque hay buenas chances de que sea distinguido en un concurso de innovaciones.
“Si gano no quiero la plata, de alguna manera la vamos a usar para ayudar a la gente que le fue mal y quiere seguir siendo productora de leche”, remarcó.
Ademar subrayó, finalmente, que tiene mucho que agradecer a una enorme cantidad gente que lo apoyo y que lo respalda, profesionales del sector privado y de entidades públicas, técnicos y políticos, otros productores y empresarios, "son tantos que es imposible mencionarlos a todos".
“Esto no es algo solo mío, es un sueño de mi padre que mucha gente está ayudando a que se haga realidad”, concluyó.
En Pampero TV, noticiero de Trenque Lauquen, Argentina, elaboró el siguiente informe sobre la mencionada tecnología:
