La exitosa saga hollywoodense
Transformers rodará este fin de semana parte de su nueva película en La Habana, un escenario que hace poco sirvió de plató para la octava entrega de
Fast and Furious, anuncia hoy el diario oficial Granma.
El principal diario de la isla adelanta que la filmación de la quinta cinta protagonizada por los famosos "autobots" será "un nuevo servicio cinematográfico a la producción extranjera" de la productora Audiovisuales ICAIC, perteneciente al estatal Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).
La nota también informa que, a diferencia de los numerosos cortes de calles provocados por el rodaje de
Fast and Furious, las escenas de
Transformers serán hechas por un pequeño equipo de filmación y no requerirá cierre de calles, por lo que no debe provocar interrupciones en la vida normal de la ciudad.
"Las escenas rodadas en la capital, específicamente en la zona del Malecón y La Habana Vieja, formarán parte de un montaje de tomas en grandes ciudades del mundo, a las que en postproducción se agregarán digitalmente los robots para mostrar cómo se han integrado a la vida en la Tierra", indica la nota del ICAIC divulgada en Granma.
El diario también recuerda que "los servicios a la producción extranjera forman parte del trabajo habitual de la institución y tienen como objetivo ingresar divisas para el
cine nacional e incrementar las oportunidades de empleo para los técnicos y artistas cubanos".
Desde el comienzo del "deshielo", a fines de 2014,
Cuba se ha ido convirtiendo en plató de preferencia para la industria del cine y la
televisión de Estados Unidos.
En enero pasado se filmó en La Habana la exitosa serie televisiva estadounidense
House of Lies, antecedida por otros programas como el espacio humorístico nocturno
Late Night with Conan O' Brien y la serie documental
Cuban Chrome, sobre los coches antiguos norteamericanos o "almendrones", devenidos en símbolos de la isla caribeña.
A inicios de mes concluyó el rodaje de la octava película de la saga
Fast and Furious, una superproducción nunca antes vista en Cuba que por dos semanas alteró la rutina de La Habana con atascos de tráfico inusuales en la ciudad y grupos de curiosos atraídos por el despliegue tecnológico.