En los últimos días el puente sobre el río Santa Lucía se llenó de pescadores ante la llegada de la corvina negra, y la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) anunció la prohibición de la pesca de esa especie, marcando una veda precautoria.
La medida estará vigente hasta el próximo 15 de enero, según detalla la resolución del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
En comparación con otras especies de la región, la corvina negra es longeva y de crecimiento lento, lo que la hace atractiva para la pesca, y en esta época del año en la que entra una cantidad grande de animales a desovar se forman cardúmenes y eso es más riesgoso, “porque se los ataca a todos”, comentó el director de la Dinara, Jaime Coronel, a El Observador.
La decisión de establecer una veda en la pesca de esta especie se debe a que se busca proteger sus ambientes de desove, principalmente en los últimos meses del año, para cuidar así el nivel de reproducción y no atentar contra la población de la especie.
La dirección prohibió la extracción de la corvina negra bajo cualquier modalidad, en todos los ríos y arroyos que desembocan en el Río de la Plata y el Océano Atlántico. La Pogonias cromis, mejor conocida como corvina negra, habita en aguas costeras, principalmente en zonas donde hay influencia de arroyos, ríos y lagunas, ya que vive sobre fondos de arena y limo.
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