Un conflicto que dejó sindicatos divididos

La posición respecto al convenio y el largo conflicto educativo no solo afectó la interna de Afutu. También dejó grietas en el sindicato de maestros (FUM) y en el de profesores (Fenapes). Clara evidencia de esto es la renuncia al comité ejecutivo de Fenapes de uno de sus quince integrantes, Mario Bango, quien dejó su cargo el pasado miércoles 16 de diciembre, tres días después de culminado el XV Congreso Nacional del sindicato y tres días antes de que Fenapes resolviera por una escasa diferencia de cuatro votos, firmar el convenio salarial.

El XV Congreso Nacional eligió al nuevo ejecutivo, por lo que la vacante solo se mantendrá hasta el 3 de febrero, cuando asuman las nuevas autoridades. En el nuevo ejecutivo, el sindicato de Montevideo (Ades), una de las filiales más radicales, fortaleció su presencia pasando de tener un representante a tener cinco. A su vez, dejó en evidencia la disconformidad de muchos con la conducción del sindicato, ya que hubo muchos votos en blanco y otros tantos que no votaron.

En la carta de renuncia, a la que tuvo acceso El Observador, Bango deja constancia de las diferencias y rencillas internas del sindicato y da su visión sobre el convenio.

El hasta entonces dirigente expresa su voluntad de aprobarlo y señala que "es una verdad a medias (lo que han dicho otros dirigentes) que el convenio solo implica unos $ 700 por mes de aumento en el primer grado".

Afirma además que la propuesta del Poder Ejecutivo constituye un "chantaje" porque busca generar más resistencia hacia el sindicato, "culpabilizándolo" de dejar sin aumento a los docentes no sindicalizados, si el gremio decide no firmar el acuerdo.

Bango también hace referencia a la cláusula de paz y expresa que si los sindicatos docentes fueron capaces de desacatar la esencialidad, "¿quién va a dejar de movilizarse para mejorar las condiciones laborales?, será cuestión de encontrar otros motivos para realizar paros, ocupaciones y aún una huelga en este período".