Fundó Facebook en 2004 con el sueño de que sus amigos pudieran estar conectados. Pero la noche que lanzó la plataforma desde su cuarto, se dio cuenta de que podía aspirar a más. Bajo esa premisa, decidió comenzar a trabajar para cumplir el objetivo de que el mundo entero tuviera acceso a estar conectado, sin importar distancias.
Es así que Mark Zuckerberg comenzó a trabajar, a pesar de que desde los inicios de su compañía se vio tentado por distintas empresas que querían comprarle la idea. Sin embargo, persistió hasta que aquella idea que permitía que los estudiantes de Harvard pudieran ver la lista de sus compañeros y así calificarlos, se convirtió en una de las compañías más grandes del mundo.
Según Forbes, la fortuna de Zuckerberg está valuada en US$ 1,5 billones y estima que Facebook genera ingresos de US$ 300 millones todos los años.
En una charla en la Universidad de Harvard, Zuckerberg contó que cuando comenzó a hacer realidad su idea, al principio no era muy consciente de lo que estaba haciendo y tampoco tenía mucha idea de cómo terminaría. "La ideas no nacen formadas. Se van esclareciendo cada vez que trabajes en ellas. Solo tienes que decidirte empezar".
Además, señaló que todas las ideas o proyectos "tendrán problemas en el futuro" pero eso no puede ser impedimento para decidirse empezar a trabajar en ellas. "Los grandes logros llegan solo si se tiene la libertad de fallar", subrayó.
"La ideas no nacen formadas. Se van esclareciendo cada vez que trabajes en ellas. Solo tienes que decidirte empezar"
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