Una prisión cinco estrellas para detenidos luego de la purga real

Hace unas semanas, la flor y nata del mundo de los negocios se reunía bajo los resplandecientes candelabros de las salas de baile. Ahora, tras unas purgas inéditas en Arabia Saudita, el palacio Ritz-Carlton de Riad parece haberse transformado en una jaula de oro.

El fiscal general saudita prometió el domingo pasado que ninguno de los detenidos procedentes de los círculos de poder recibiría un trato especial en el marco de una investigación anticorrupción. Entre los sospechosos, se encuentran ministros, exministros o el príncipe multimillonario Al Walid bin Talal. Sin embargo, ironizan los internautas en las redes sociales, el hotel Ritz-Carlton, con sus majestuosas suites, sus pasillos en tonos pastel y sus estatuas de bronce se parece muy poco a las cárceles tradicionales reservadas para los sauditas de a pie.

"¡Llévennos con ustedes!", bromeaban algunos internautas, que decían querer conocer dichos lujos. Otros especulaban sobre quién sería el próximo en ser incorporado a la "lista de invitados".

Los detenidos, miembros de la élite saudita, "son tan suaves como la manteca" y no podrían sobrevivir en una "cárcel clásica", escribía otro saudita en Twitter.

Más de 200 personas fueron detenidas e interrogadas por presuntos actos de corrupción, por un monto estimado en US$ 100.000 millones, según el fiscal general saudita. No obstante, se desconoce cuántos sospechosos fueron alojados en el Ritz-Carlton.

Vehículos policiales custodian el establecimiento hotelero, cuya imponente entrada sigue cerrada. De momento, no se filtró ninguna información oficial sobre cuánto durará la detención de los sospechosos antes de una eventual acusación y un posterior proceso.

El domingo pasado, la página de reservas en línea del hotel indicaba que no había habitaciones disponibles hasta diciembre. El viernes, el Ritz-Carlton figuraba como no disponible hasta febrero de 2018. Un empresario saudita que pensaba organizar en ese lugar un acto fue informado de que todo había sido cancelado.

La dirección del hotel le envió este mensaje, según contó: "A causa de acontecimientos imprevistos, el hotel ha tenido que alojar a una delegación gubernamental de alto nivel desde el 4 de noviembre de 2017", cuando se llevó a cabo la purga.

Un corto video que circula por internet, y del que se afirma que fue grabado dentro del hotel, muestra a personas durmiendo en el suelo –cubierto de coloridas colchas–, vigiladas por guardias armados.

Según el diario estadounidense New York Times, el lugar filmado sería la sala de baile "B", que los guardias estarían utilizando de cuartel improvisado.

La detención de importantes miembros de la familia real provocó una ola de pavor en el reino.

Las fuerzas de seguridad bloquearon en tierra aviones privados, al parecer para impedir que personas importantes puedan abandonar el país, indicó una fuente de la aviación.

Hace apenas unas semanas, el Ritz-Carlton albergó una cumbre de inversores que fue promocionada, con bombos y platillos, como el "Davos del desierto".

El joven príncipe heredero Mohamed bin Salmán, cuya influencia en el poder no deja de crecer, presentó ambiciosos planes de desarrollo económico y prometió que impulsaría una Arabia Saudita "tolerante" y "moderada", un cambio de rumbo en este reino ultraconservador, que aplica una rigurosa versión del islam.

Unos días después, el pasado 4 de noviembre, fue nombrado al frente de una nueva comisión anticorrupción, tras el lanzamiento de las purgas, lo que incluso alteró la rutina del Ritz-Carlton.