El covid-19 sigue matando. Pese a que suena a una palabra del pasado, las cifras del Ministerio de Salud Pública muestran que entre uno y dos uruguayos siguen falleciendo cada semana como consecuencia de esta enfermedad. Pero en esta fase epidemiológica que se parece más a una endemia como la gripe que a una pandemia, en que la mayoría de la población está inmunizada, los médicos apuestan a nuevos tratamientos complementarios para reducir las chances de hospitalización de los adultos mayores con comorbilidades.
En esta línea, el Ministerio aprobó y al menos dos seguros de salud privados ya recetaron un nuevo antiviral oral que corta la replicación del virus en los primeros días de síntomas, con el objetivo de que los pacientes no agraven en la etapa inflamatoria de la enfermedad.
En concreto: el virus invade la célula y dentro de los primeros cinco días de aparición de los síntomas, este antiviral sirve para que la población más vulnerable —esté vacunada o no— reduzca las chances de un padecimiento grave. Según los estudios clínicos del laboratorio Pfizer —propietaria del medicamento—, el riesgo de hospitalización se reduce un 88% si se administran las drogas antes de esos cinco días previos a que el organismo humano inicie su fase inflamatoria como respuesta a la colonización del virus.
El medicamento a base de nirmatrelvir —la droga que inhibe la replicación del virus— se administra en combinación con ritonavir —una vieja droga que se usa contra el VIH y sirve para que el fármaco base dure en sangre unas 48 horas en lugar de las menos de 12 que permanece por naturaleza. Está pensado para aquellos mayores de 65 años que contraen la infección, que tienen comorbilidades que lo vuelven en población de riesgo (cardiopatías, diabetes, nefropatías, obesidad o EPOC) y que, previa revisión médica, se entiende que es necesario este tratamiento.
Jorge Facal, médico infectólogo en seguros privados de salud, ya indicó este tratamiento a pacientes que llegaron de Estados Unidos y que podían costear el precio (todavía no tiene precio definitivo porque la venta la negocia el prestador con los distribuidores y no es de venta libre en farmacias, puede rondar entre los 500 y 1.000 dólares). “Los resultados fueron positivos”, dice a El Observador.
Mientras, el laboratorio negocia su posible inclusión en las prestaciones o tratamientos del Fondo Nacional de Recursos (como medicamento de alto costo).
La profesora agregada de Infectología, Susana Cabrera, aclaró que “los estudios preliminares muestran que es un buen medicamento, pero que debe aplicarse para una población específica en un momento específico”.
En ese sentido, invitado a Uruguay por Pfizer, el infectólogo mexicano Adrián Camacho aclaró que este antiviral “no sustituye” la campaña de vacunación cuyo objetivo es la generación de una inmunización a nivel individual y colectivo.
Camacho tampoco recomienda la administración hasta que no esté habilitada para embarazadas o en época de lactancia, en personas que requieren soporte de oxígeno (porque en esos casos ya están cursando la etapa de agravamiento de la enfermedad) o en aquellas en que otros medicamentos puedan generar efectos indeseados.
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