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UTE: avanza la medición inteligente y se abre la puerta a nuevas tarifas
Unos 20 años atrás había grandes clientes de UTE que contaban con medidores inteligentes de consumo eléctrico. Sobre fines de 2019 el ente comenzó a instalar esos dispositivos en todos los hogares del país.
A la fecha el 80% de los clientes (alrededor de 1,3 millones de servicios) ya cuenta con medidores de este tipo, informó esta semana la presidenta del ente Silvia Emaldi. Se prevé que durante este año se completará el 100% de los servicios.
La medición digital permite que ya desde hace algunos años esté disponible una tarifa inteligente con precios diferentes según la franja el día, y también fines de semana y feriados. En la actualidad unos 270 mil clientes tienen contratada la Tarifa Residencial Doble Horario (TRD), y la Tarifa Residencial Triple Horario (TRT).
Ahora está en los planes de la empresa eléctrica comenzar a ofrecer tarifas adaptadas a los usos finales que el cliente le quiera dar a la energía eléctrica, y que es posible programar y modificar de forma remota.
Este nuevo producto estaría dirigido a los clientes residenciales sobre la base de paquetes especiales de energía. Estas ofertas se podrían contratar en momentos puntuales del día, cuando la empresa cuente con excedentes, y estarán diseñados para usos específicos en el hogar, como aire acondicionado, secarropa o carga de vehículos, entre otros usos, como informó El Observador recientemente.
Los medidores inteligentes son dispositivos que tienen la capacidad de comunicarse remotamente con UTE y permiten registrar el consumo en intervalos de 15 minutos, por lo que dan mejor información para tomar mejores decisiones a la hora de consumir y a la hora de la elección de la tarifa más adecuada.
Además, permite realizar cambios de tarifa de forma remota sin tener que concurrir al suministro, realizar reconexiones y cortes del servicio, detectar problemas en la conexión y problemas en las instalaciones internas, y detectar cortes del servicio.
Hasta la fecha el plan insumió una inversión de unos US$ 10 millones y ubica a Uruguay como el primer país de América Latina en completar la transformación digital.
