NTVG: “De la tristeza a la creatividad”

Dos años después, la banda inició de nuevo el cronómetro y editó El tiempo otra vez avanza, un disco que no solo inaugura una nueva etapa del grupo sino que también muestra un estado de ánimo que decide no sepultarse del todo en la negatividad. El disco está dedicado “a Marcel”.

Para este trabajo buscaron la producción del estadounidense Joe Blaney, responsable de discos icónicos del rock, tanto anglosajón como argentino. Esa búsqueda de subir un peldaño más en la profesionalización de su sonido también responde en parte a la proyección de la banda en estos últimos años. Previo a presentar su disco el 21 de marzo en el Velódromo Municipal, la banda viajará a Bolivia, Cuba, Argentina y Paraguay.

Sobre el proceso de creación hablaron con El Observador Emiliano Brancciari y Fran Nasser, el elegido para ubicarse ahora detrás de las teclas.

Si bien en discos anteriores ya habían trabajado con productores extranjeros –Juanchi Baleirón fue uno de ellos–, para este disco reclutaron al productor estadounidense de extensísima trayectoria, Joe Blaney. ¿Cómo fue la conexión con él?
Emiliano Brancciari: Empezó como un sueño. Participó en infinidad de discos de cabecera nuestros. Desde los Ramones a The Clash, Charly García, Prince. Le mandamos un mail, y bueno, se fijó qué banda le estaba escribiendo. Lo trajimos para acá, lo llenamos de asado y vino, y quedó muy contento. Nos vio tocar en vivo en Nueva York y al poco tiempo ya estábamos trabajando acá. Nos dio la idea de grabar en vivo. Decía que la banda sonaba bien así y éramos demasiado prolijos en los discos. Fue una gran idea, porque en el disco el sonido cambia y se nota. Ese fue su gran aporte.

Además de ofrecer esa idea, ¿qué le puso Blaney al disco?
EB: La experiencia en lo que es el audio de un disco de rock.
Fran Nasser: Él es un gran ingeniero de audio. Y creo que ese es su toque. Es un sonido muy orgánico y real.
EB: Ya se notaba desde el demo: tocó dos perillas y sonaba de verdad.
FN: Parecía un disco gringo.

¿Cómo fueron llegando estas nuevas canciones?
EB: Fueron llegando en los dos años subsiguientes al disco anterior. Son inspiradas por diferentes cosas de distintos momentos. Tratamos de buscar siempre que la cosa vaya cambiando. No hacer lo que ya hicimos. Más allá de que la esencia del grupo es la misma y hay cosas que te remiten a otros discos. Tratamos de que eso vaya cambiando o de temática o de géneros.

¿Con 20 años de carrera se les dificulta no transitar por los mismos caminos?
EB: Y sí. Es difícil pero siempre se encuentran alternativas. Lo que está bueno es empezar a utilizar la fantasía. Escribir desde otro lado. En primera persona pero encarnando otro personaje. Si vos escuchas los discos y pensás que todo me ocurre a mí, estoy en problemas, ¿no? (risas). En realidad está bueno. Es divertido. También ver cosas que le ocurren a otras personas y ponerme en su lugar. Obviamente que es difícil. Es como que ya le escribiste a todo. Pero no, siempre existen nuevas fuentes.

Nuevas integraciones ayudan también.
EB: Sí, siempre hay que tener un Nasser bajo la manga (risas)

El disco refleja muchas historias diferentes. Pero la impresión general es bastante negativa.
EB: Puede ser. Casi todas las canciones quizás ya partan de algo un poco oscuro pero siempre noto la esperanza o la luz.

Me ilumina hoy sería como la canción positiva
EB: Sí, pero hay varias. Lo que pasa es que en casi todas veo la salida. Me gusta eso.

Por ejemplo, Alba habla de la muerte.
EB: Alba es una canción de amor. Es una historia real de la abuela de mi mujer, que se llamaba Alba, que cuando se murió su marido a los noventa y pico estuvo todo un tiempo dejándose morir. Lo único que le importaba era volver a encontrarse con su amor. Lo viví y lo ví. Habla de la muerte pero desde un lado bastante romántico.

Tiene mucho en común con Clara.
EB: Sí, pero esto fue real, Clara no.

Uno de los temas verdaderamente oscuros del disco es Solo vino, que habla de la pedofilia.
EB: Esa sí. Es una de las temáticas que más nos indigna y nos repugna. Es una letra bastante lúgubre y oscura. Por eso decidimos hacerla con un ritmo que no tenga nada que ver, como para balancear un poco. Es una forma que nos divierte. En Pensar ya lo habíamos hecho. En este caso lo que logra es que puedas digerir la letra.

En esta ocasión el título no aparece nombrado en ninguna de las canciones. ¿Por qué lo eligieron?
EB: Está en la canción Llueve tranquilo, que es parte de esta camada de canciones. De hecho está en la edición digital del disco para el resto del mundo. Como la habíamos grabado para la película decidimos que no formara parte del disco físico. La frase sale de ahí, y muestra nuestro estado de ánimo. Después de haber sufrido un golpe durísimo después del disco anterior, y haber seguido un poco por la inercia y un poco por la velocidad con la que veníamos y un poco por intuición. Lo decidimos porque era lo único que sabíamos hacer. Después de un tiempo anímicamente empezamos a avanzar en todo sentido, desde la tristeza a la creatividad. En un momento nos apoyamos en los demás pero sin saber, un poco aturdidos. Y ahora tenemos las cosas un poco más claras y las hacemos con total convicción. No por inercia.