El crecimiento del
comercio mundial se situará en 2016 un 1,7%, muy por debajo del 2,8% estimado en abril pasado, según informó en esta jornada la Organización Mundial del Comercio (
OMC).
El pronóstico para 2017 también ha sido revisado por los economistas del organismo que rige el comercio mundial, que consideran que el año que viene crecerá entre 1,8% y 3,1%, por debajo de 3,6% estimado hace cinco meses.
En un comunicado, la OMC recuerda que el ritmo del crecimiento de los intercambios comerciales este año será el menor desde la crisis de 2009.
El informe divulgado hoy, que actualiza los pronósticos realizados en abril, puntualiza que durante este año se espera que el PIB mundial crezca 2,2%.
La revisión a la baja de estos datos se debe a que el crecimiento del comercio mundial en la primera mitad del año fue más débil de lo esperado, sobre todo a causa de la caída de la demanda de importaciones.
También por un crecimiento del PIB menor del esperado en algunas economías emergentes, en especial Brasil y China, y en Norteamérica, que tuvo un fuerte crecimiento de las importaciones en 2014/2015, pero que ha caído desde entonces.
Concretamente, la mayor revisión a la baja para las exportaciones ha sido para Sudamérica, dado que se prevé una contracción de 8,3%, cuando en abril se esperaba de 4,5%, a causa del aumento de la recesión en Brasil.
No obstante, se prevé que las exportaciones en Sudamérica aumenten 4,4 %, cuando hace seis meses se estimó que serían 1,9 %.
El comunicado indicó que las cifras son "decepcionantes" y subrayan la "reciente debilidad en la relación entre el comercio y el crecimiento del PIB". Históricamente, el comercio siempre creció a un ritmo de 1,5 veces más que el PIB; en los últimos años esta relación se mantuvo en un crecimiento paralelo; mientras que ahora parece haberse revertido.
"Si las estimaciones son correctas, será la primera vez en 15 años que la proporción entre el crecimiento del comercio y el PIB mundial caerá por debajo de la proporción 1 a 1", especificó el texto.
Las estimaciones tienen en cuenta el ambiente volátil de la economía mundial, provocada por cambios en la política monetaria de varios países desarrollados, la posibilidad de que crezca la retórica anticomercio en algunos países, y las consecuencias del Brexit que han debilitado las perspectivas en la UE. (En base a EFE)