Tres años después de que
Nicolás Maduro asumiera como presidente de Venezuela tras la muerte de Hugo Chávez, el país vive una crisis institucional y económica muy profunda, que tiene a la población como principal rehén. El caso de Venezuela se suma al complicado panorama que afrontan los gobiernos socialistas en el Cono Sur, que actualmente es encabezado por la situación crítica de Brasil. El gobierno venezolano atribuye la situación al derrumbe de los precios del petróleo y a una "guerra económica de la derecha", mientras que la
oposición encuentra las respuestas de la crisis en el modelo socialista y la corrupción de la que se acusa al gobierno. Además, la inflación del país es la más alta del mundo y la escasez de alimentos y medicinas provoca largas filas para adquirirlos.
La oposición, que tiene la mayoría del Parlamento por primera vez en 17 años de historia chavista, pretende utilizar un mecanismo por el cual se buscará revocar el mandato de Maduro a través de un referéndum. Para eso la
Mesa de la Unidad Democrática (MUD), principal alianza opositora, realizó en la jornada de ayer un "cabildo abierto", mediante el cual se pretendió recoger firmas de manera de presionar al Poder Electoral para que active el proceso.
El referéndum puede ser solicitado una vez que el mandatario cumpla la mitad de su gobierno, pero para activar el proceso de recolección de cuatro millones de firmas requeridas para la convocatoria de la consulta, el CNE pide primero 200 mil. Este organismo es aliado del gobierno de Maduro, pero el verdadero escollo que el planteamiento de la MUD puede encontrar es el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), muchas veces llamado despectivamente el "bufette jurídico" del gobierno.
El TSJ fue el organismo que declaró inconstitucional la ley de amnistía para opositores presos y una reforma con la que el Parlamento intentó recuperar el control del Banco Central, ambas propuestas por la MUD. Además, eliminó facultades de control del Poder Legislativo sobre los poderes Judicial y Electoral, entre otros fallos polémicos.
A la vez que cumplía su tercer aniversario de gobierno, Maduro encabezó una marcha junto a sus seguidores donde conmemoró el inicio de la lucha por la independencia de Venezuela, en 1810. "Hoy decimos nuevamente no al imperialismo (...) y el Pueblo en la calle reafirmará su fuerza Revolucionaria", escribió ayer en el presidente en su cuenta de Twitter.