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Opositores en Venezuela frente a un camino que los pone a prueba

Presentarán firmas para iniciar referendo contra Maduro en medio de crisis energética
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03 de mayo de 2016 a las 05:00
La oposición venezolana presentará hoy las firmas para activar un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, quien, además de gobernar un país en recesión desde 2013, enfrenta una crisis energética con apagones programados de cuatro horas diarias y con falta de alimentos que en las últimas horas elevaron el descontento en la opinión pública.

La crisis política y económica de Venezuela genera preocupación en la comunidad internacional. Mientras el papa Francisco envió una carta a Maduro (ver nota aparte) y busca posicionar a la Iglesia católica como mediadora en la crisis que atraviesa el país caribeño, el secretario de la la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, analiza convocar un debate sobre Venezuela entre los miembros del organismo.

Según informó EFE, Almagro estudia invocar la Carta Democrática para forzar que los 34 países miembros del organismo tengan que abordar la situación de Venezuela, un tema que han evitado durante años.

La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que controla el Parlamento, asegura haber recolectado 2,5 millones de rúbricas en todo el país, 13 veces más de las 195.721 (1% del padrón electoral) que exige el Consejo Nacional Electoral (CNE) para pedir que se inicie el proceso.

El país con las mayores reservas de petróleo del planeta enfrenta una recesión desde 2013, con una contracción en 2015 que fue de 5,7%, inflación de 180,9%, la más alta del mundo, y una severa escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos.

Cortes de luz de más de cuatro horas en casi todo el país –excepto Caracas– provocaron la semana pasada algunas protestas en ciudades como Maracaibo (noroeste). Además, el presidente dispuso la reducción de la jornada laboral en el sector público a solo dos días por semana, que las escuelas cierren los viernes y ordenó a los centros comerciales y hoteles generar buena parte de la energía que utilizan.

En medio de ese clima, Maduro decretó el sábado un aumento de 30% en el salario mínimo, que la oposición consideró una "burla" frente al alto costo de vida.

Un camino largo

La convocatoria al referéndum incluye una serie de pasos que pondrán a prueba el aparato político opositor. Una vez presentadas las firmas, el CNE deberá constatar en cinco días el número, y luego llamar a los firmantes a ratificar su apoyo con su huella en otros cinco días en un lugar específico determinado por la autoridad electoral, según informó AFP.

Además Maduro ya empezó a mover sus fichas y nombró el fin de semana una comisión que revisará las firmas, la cual se reunirá el lunes y acudirá al CNE. El presidente se defendió y agregó en un acto público que en el caso de que tenga que dejar el poder por una vía constitucional o un golpe de Estado, llamaba a sus seguidores a declararse en "rebelión" y convocar a una huelga general indefinida.

El diario colombiano El Tiempo agregó que si finalmente el CNE da como válida la primera recolección de firmas, habrá una segunda instancia de recolección de voluntades. La eventual convocatoria implicará más adherentes que los casi 196 mil necesarios para el primer paso pero, al mismo tiempo, los opositores dispondrán de menos días. Las normas para la convocatoria del referendo establecen que los convocantes deben reunir en tres días y con horario restringido (de 8 a 12 y de 13 a 16 horas) 4 millones de rúbricas (20% del padrón).

Para revocar a Maduro, el Sí deberá obtener por lo menos un voto más de los 7,5 millones con los que fue elegido tras la muerte de Chávez en 2013. La oposición está segura de lograrlo.

Una encuesta de la firma Venebarómetro indica que casi siete de cada 10 venezolanos (68%) están a favor de que Maduro deje el poder y haya elecciones, en tanto que 84,1% considera negativa la situación del país.

Una jugada de Almagro que puede complicar

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, analizará en los próximos días si hace lo único que está en su mano como secretario general para forzar el postergado debate venezolano en el organismo: invocar el artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana.

En caso de que en un Estado miembro se produzca "una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático –indica el artículo–, cualquier Estado Miembro o el secretario general podrá solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente".

Que Almagro decida dar este paso es la única esperanza de la oposición para que sus denuncias se aborden en la OEA, porque solo los Estados miembros pueden pedir un consejo sin recurrir a la Carta Democrática y en estos momentos ninguno parece dispuesto a enfrentarse de esa manera al gobierno venezolano, según fuentes diplomáticas consultadas por EFE. Almagro y el presidente venezolano, Nicolás Maduro, llevan meses de cruces de declaraciones. Incluso Maduro lo trató de "basura" cuando Almagro dijo en 2015 que el asesinato de un político opositor fue "una herida de muerte a la democracia".

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