Los críticos ya la vieron y en España el debate está encendido, con una pasión similar a la que despliegan los tripulantes y pasajeros del avión que está a punto de estrellarse, en la última entrega de un cineasta que por momentos parecía domesticado por la industria, pero que a sus 63 años vuelve a provocar como en sus épocas más rebeldes, en las décadas de 1980 y 1990, con títulos como La ley del deseo y Átame, entre tantos otros.
Para la revista Cinemanía es “un equilibrio imposible entre el kitsch trasnochado y la genialidad” y según el periódico ABC “la risa es un premio que se queda desierto”.
El director fue alzado como adalid de la España rupturista en la época de la “movida madrileña”, que cosechó el prestigio internacional con su giro hacia la gravedad pero que, desde hace años, enfrenta a la crítica en su país. Esta película, sin embargo, es un ejemplo extremo.
Salvador Llopart, del diario La Vanguardia, opta por la sobriedad lapidaria: “Hay que explicar sencillamente lo que uno ve: una comedia con poca gracia”.
Casi tanta expectación como el propio estreno, causaba en la comunidad cinematográfica española la opinión de Carlos Boyero, crítico de El País, especializado en demoler al manchego.
Boyero tituló su nota: “¿Qué he hecho yo para merecer esto?” y acusó a Los amantes pasajeros de entroncar con “las comedias más cochambrosas de Mariano Ozores, aquel cine subdesarrollado y sonrojante”.
Sin embargo, en el diario El Mundo celebraron la decimonovena película del ganador de dos Oscar (Todo sobre mi madre y Hable con ella). “La película, admitámoslo, se mantiene a distancia de la precisión, exuberancia y hondura, todo en uno, de las grandes películas que componen uno de los ‘corpus’ cinematográficos más originales, intransferibles y corrosivos del cine contemporáneo (...) Pero la firma sigue ahí”, escribió ayer Luis Martínez, cronista y crítico del periódico.
“Es Almodóvar devolviéndonos, para bien o para mal, la perfecta imagen de lo que somos. Brillante”, concluye.
Aún no hay fecha de estreno en Uruguay. A Estados Unidos llegará el 28 de junio y ya Hollywood Reporter advierte que va a ser difícil para la distribuidora Sony Pictures Classics colocar esta película en esas tierras, donde va con el título I’m so excited. (En base a EFE).
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