Plan alternativo en Rocha es "peligroso e imprudente", según guardavidas

El conflicto entre los 133 guardavidas y el gobierno de Rocha alcanzó su pico máximo este jueves, cuando el intendente Aníbal Pereyra manifestó que abandonaba la negociación tripartita con los trabajadores y el Ministerio de Trabajo, según informó El Observador. El jerarca sostuvo que los guardavidas se alejaron de la propuesta de la comuna y realizaron planteos "inaceptables" en la contrapropuesta.

Por esa razón, Rocha decidió reducir de 55 a 21 los puestos de control en las playas, lo que representa 62% menos de cobertura en los 180 kilómetros de costa del departamento. Según el nuevo "Sistema de Seguridad de Playas del Departamento", cada uno de esos 21 puestos contará con una moto de agua y un piloto que la maneje, un rescatista o guardavidas, y un enfermero.

Este viernes la intendencia lanzó el llamado para 25 rescatistas. La convocatoria define la nueva estrategia como la "distribución de puestos de operación en diferentes puntos del departamento, donde se brinda información al visitante sobre las playas, su seguridad, la prevención, así como la coordinación de rescates y/o reanimación de accidentados". Los principales requisitos del llamado son: tener el título de guardavidas del Instituto Superior de Educación Física (ISEF) o uno avalado por esa casa de estudios, tener el título de licenciado en Educación Física del ISEF y documentación que compruebe que el candidato es rescatista. Estos contratos serán por tres meses (enero, febrero y marzo), con un sueldo de $ 55 mil nominales.

Ante la propuesta de la intendencia, la AGR publicó un comunicado en el que manifestó su "profunda preocupación por el servicio" que se "improvisará esta temporada". Los trabajadores dicen que estrategias similares "no cuentan con buenos antecedentes en otros departamentos, donde ya hubo víctimas mortales".

"Somos 133 guardavidas desocupados, buscamos un reconocimiento nacional de la profesión para que estas situaciones no ocurran y trabajamos siempre a través del diálogo con fundamentos técnicos y la reivindicación de derechos laborales para solucionar esta situación de conflicto", concluye el comunicado de la agrupación que trabaja para Rocha desde 1981.

Los gremios de guardavidas de Canelones y Montevideo publicaron comunicados en solidaridad con sus colegas de Rocha y llamaron a no presentarse a la convocatoria de la comuna. "Consideramos que la propuesta alternativa que propone la Intendencia de Rocha (...) es totalmente insuficiente, y que la misma pone en real peligro a la población de bañistas que elija veranear en sus playas", sostiene la carta del comité de base de guardavidas de ADEOM Montevideo, que exhorta"fuertemente a quienes hayan realizado cursos de guardavidas o socorristas en diferentes academias a no presentarse al llamado" de Rocha.

Por su parte, los delegados de Canelones publicaron que la situación "no se soluciona con marineros de Prefectura patrullando, ni con motos de agua, ni contratando idóneos sin preparación. Esto se soluciona con un renovado y honesto diálogo entre las autoridades municipales y los guardavidas profesionales de Rocha".

La Asociación Nacional de Guardavidas del Uruguay comunicó que hay "riesgo de vida en el departamento de Rocha" y denuncia que "la falta de prevención en las costas más peligrosas del país se encamina hacia un error, una potencial víctima".

¿Qué reclaman los guardavidas de Rocha y qué dijo la intendencia?

El contrato zafral que vinculaba a los guardavidas con la comuna terminó el 16 de junio de 2015. La temporada pasada trabajaron 25 días de entrenamiento y 102 jornadas de 8 horas en la playa. El contrato abarcó siete meses y medio porque las horas extras generadas por no tener días de descanso se pagaron luego de terminada la temporada. El sueldo nominal fue de $ 33.985, a un valor de $ 140 la hora.

La AGR se proponía en un principio extender el contrato vencido dividiendo el salario en más pagos. En una primera instancia hablaban de alcanzar la anualidad, idea que fue descartada, según dicen los dirigentes del gremio. Luego plantearon reducir en los papeles las horas semanales de trabajo para generar más horas extras y de esa manera pasar a tener diez meses y medio de aportes y cobertura médica. "Era encontrar una manera de estirar nuestro contrato sin generar un aumento económico para la intendencia, logrando tener más meses de aporte jubilatorio, más estabilidad laboral y cobertura médica", dijo a El Observador Caulí Corulla, directivo de la AGR. "Trabajamos cinco meses por año, de noviembre a marzo, durante 1.060 horas. Tenemos las horas comprimidas, pero nos creemos con el derecho de aportar todos los meses", agregó el tesorero de la asociación.

La intendencia no compartió esta postura, y así lo manifestó en su comunicado del jueves: "Afirmamos siempre que no puede la intendencia pagar una función como permanente que se realiza de manera zafral".

Según la AGR, en la negociación la intendencia ofreció pagar 10 días más de trabajo en la playa. Ante esto, los guardavidas solicitaron una reunión tripartita con el Poder Ejecutivo. En el interín, los trabajadores no se presentaron a entrenar por estar en conflicto.

A comienzos de diciembre, el Ministerio de Trabajo presentó una propuesta que recogía intereses de ambas partes: garantizar siete meses y medio de contrato, los 10 días de trabajo en playa ofrecidos por la intendencia y el reconocimiento del pago de la media hora de descanso (que hasta el momento no se abonaba). Los guardavidas realizaron una contrapropuesta que incluyó una la prima de riesgo por el tipo servicio, una prima por presentismo, cobrar la media hora de descanso de manera franqueada (luego de terminada la temporada, para así estirar el contrato), e incorporar diez días del entrenamiento a partir de la temporada siguiente.

La intendencia no quiso volver a negociar sobre la contrapropuesta de los guardavidas y manifestó que "no está en condiciones de firmar" un acuerdo. Para la comuna, la última propuesta de los guardavidas fue "un alejamiento definitivo de las instalación del servicio por medio de la AGR en esta temporada". El delegado de la AGR Caulí Corulla dijo a El Observador que los guardavidas recibieron con sorpresa la respuesta del intendente, porque entendían que había margen para dialogar.

En el comunicado publicado el viernes, la AGR dice que no considera que las reuniones tripartitas "hayan sido una negociación fiable, ya que la intendencia realizó un llamado a supervisores y negociaciones con Prefectura durante la negociación, y además cambió los términos de las propuestas conversadas en la segunda reunión". Corulla relató que la intendencia había manifestado su disposición a pagar los 25 días de entrenamiento que se perdieron por el conflicto, pero dijo que luego dio marcha atrás en esa posición. "No podemos comprometernos a pagar los días no trabajados, ya que esos días que se reclaman en el pago refieren a un tiempo en que ninguna de las personas que componen la Asociación de Guardavidas tenían vínculo formal con la Intendencia de Rocha", escribió el intendente Pereyra a la AGR.

El año pasado, que también hubo conflicto de guardavidas antes de comenzada la temporada, los trabajadores recibieron ese sueldo a manera de incentivo. Según dicen en la AGR, los guardavidas se entrenan todo el año para mantener su estado físico.