Bruselas, considerada por muchos como un santuario para los islamistas radicales en Europa, se convirtió a su vez en el objetivo de un ataque terrorista, el peor de la historia de la ciudad y del país.
Los atentados en el aeropuerto internacional y en el metro de la capital europea, que dejaron al menos una treintena de muertos y más de 200 heridos, ocurrieron cuatro días después de la captura, en esa misma ciudad, del principal sospechoso de los atentados de París, Salah Abdeslam.
El francés de 26 años, que llevaba cuatro meses fugado, fue arrestado en el barrio de Molenbeek, el lugar donde creció.
Debido a la magnitud del ataque, los expertos estiman que no se trata de una respuesta al arresto del joven, porque no se habría podido organizar en tan poco tiempo y de forma tan efectiva. “Esto demuestra la existencia de una red terrorista amplia y sofisticada en
Bélgica, que va más allá de la que atacó Francia el año pasado”, aseguró en diálogo con la agencia AFP Shiraz Maher, del Centro Internacional de Estudios de la radicalización (ICSR) en el King’s College de Londres.
En un comunicado publicado en internet en árabe y francés, el grupo Estado Islámico (EI) reivindicó los atentados contra la “Bélgica cruzada”, acusando al país de luchar “contra el islam y contra los musulmanes”.
Bélgica, que tiene 11 millones de habitantes, tiene proporcionalmente el mayor número de yihadistas que decidieron irse a luchar a Siria o Irak: 40 por cada millón, según las estimaciones del ICSR. En Francia son 18 por millón, y 9,5 por cada millón en el Reino Unido.
Bélgica es el país europeo desde el que partieron más personas a hacer la guerra santa en Siria o Irak. En total, se detectaron 494 “yihadistas belgas”: 272 están en Siria o en Irak, 75 murieron, 134 volvieron y 13 están en camino, según los servicios de seguridad e inteligencia del país.
Bélgica parece haberse convertido así en un refugio para los extremistas, a pesar del refuerzo de su legislación antiterrorista y del desmantelamiento de redes y células desde los años 1990.
“Bélgica es un centro neurálgico, un vivero del
terrorismo islamista, pero no es el único en Europa”, afirmaba en agosto del año pasado Claude Moniquet, codirector del Centro Europeo de Inteligencia Estratégica y Seguridad. En ese momento ya se sabía que el país era lugar de residencia, sitio de compra de armas o un objetivo para los grupos islamistas.
Nebulosa
Uno de los epicentros de las redes radicales en Bélgica parece ser Molenbeek, donde hay una importante comunidad musulmana, en su mayoría de origen marroquí. La comuna tiene un alto nivel de desempleo y de delincuencia.
Por ahi pasaron Salah Abdeslam y su hermano, que hizo estallar su cinturón explosivo en París el 13 de noviembre. Pero también los asesinos del comandante Masud en Afganistán, Hasan El Haski, condenado como uno de los cerebros de los atentados de 2004 en Madrid (191 muertos) y Mehdi Nemmouche, el principal sospechoso del atentado del museo judío de Bruselas en mayo de 2014.
Ayoub El Khazzani, quien fracasó en su plan de atentar contra el tren bala Thalys Amsterdam-París, estuvo en Molenbeek, en casa de su hermana, y una célula yihadista desmantelada en enero en Verviers y también tenía conexiones en el barrio.
Uno de los presuntos organizadores de los atentados de París, Abdelhamid Abaaoud, abatido por las fuerzas de seguridad franceses, habitaba en el mismo lugar.
Las investigaciones en curso desde los atentados de París revelaron la existencia de una nebulosa yihadista más importante de lo que se pensaba incialmente.
Salah Abdeslam parece haber tenido varios apoyos durante los cuatro meses en los que se le había perdido la pista, entre los ataques y su captura. “Estaba dispuesto a volver a hacer algo en Bruselas” afirmó el domingo el ministro belga de Exteriores, Didier Reynders, basándose en las primeras declaraciones del sospechoso ante la justicia.
“Y quizá esa sea la realidad, porque nos hemos encontrado muchas armas, armas pesadas durante las primeras investigaciones, y hemos encontrado una nueva red a su alrededor en Bruselas”, afirmó entonces. (Basado en AFP)