La imagen tradicional de cada competencia olímpica incluye a los tres medallistas sobre el podio, mostrando su trofeo con una mano, y con la otra sosteniendo un ramo de flores. Pero en los Juegos Olímpicos de Rïo, esa imagen ha sido reemplazada por una similar, en la que los atletas no portan flores, sino una pequeña escultura 3D con el logo de la competencia.
La razón de este cambio es el mensaje que la organización pretende transmitir durante toda la competencia: el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente. Un tema que estuvo presente en varios pasajes de la ceremonia de apertura, y que durante la competencia se sostiene regulando el uso de elementos naturales, incluidas las flores.
Según el portal Mashable, la organización busca también controlar el gasto de energía, agua y combustible que se realiza durante los 45 días de competencia (ya que una vez que terminan los Juegos inician los Paralímpicos).
Brasil se volcó al uso de energía renovables como la eólica y los biocombustibles para que los 29.500 megawatts de energía y 23 millones y medio de combustible que se utilizan durante los Juegos limiten su impacto ambiental.
Incluso la producción de las medallas que reciben los tres primeros de cada evento involucran procesos sustentables. El oro de las medallas otorgadas a cada ganador fue obtenido sin el uso de mercurio, mientras que las de plata y bronce cuentan con un 30% de materiales reciclados en su composición. Incluso las cintas con las que se cuelgan las medallas están producidas con envases de plástico reciclados.