La mejora de la enseñanza del idioma español no es algo que preocupe solamente a las autoridades de Secundaria. También inquieta a los jerarcas de Primaria y del resto de la Administración Nacional de Educación Pública (
ANEP).
Meses atrás, el consejero del Codicen Néstor Pereira alertó de que 50% de los niños del país tienen dificultades en lectura y escritura. "Eso les trae serias dificultades para poder seguir avanzando", afirmó. A su vez, Brecha manejó el dato de que mientras en una familia de bajos recursos utiliza en promedio 180 palabras para comunicarse, una de los sectores más cultos usa entre 2.000 y 3.000 vocablos.
A su vez, en 2014 los resultados del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce), que la Unesco aplica entre escolares de
América Latina de tercero y sexto año para evaluar sus conocimientos en lengua, matemática y ciencias sociales, arrojó que uno de cada cuatro escolares no cuenta con los conocimientos básicos deseados en estas áreas. Además, dejaron en evidencia que desde 2006, cuando la Unesco realizó el Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Serce), Uruguay no mejora su rendimiento.
Ante ese panorama, el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) comenzó a implementar en 2014 un plan piloto destinado a detectar dificultades entre los niños de educación inicial y atacarlas a tiempo. El plan comenzó en Colonia y en 2015 se aplicó también en
Canelones. Para 2016 la intención es extenderlo a todo el país y se denominará Evaluación Infantil Temprana (EIT).
Las habilidades que se evaluarán serán la conciencia de sí mismo y del entorno; las habilidades sociales y enfoques para aprendizaje (atención y concentración); habilidades cognitivas; lenguaje y comunicación y desarrollo físico (motricidad fina y gruesa).